I El amanecer marciano es cobrizo y salobre. Sobre la llanura de Elysium, el polvo rojo flotaba como incienso viejo, y los pilares negros de una vieja planta de terraformación se alzaban como catedrales sin fieles. La fortaleza Hoshi estaba en lo alto, eclipsando un pedazo del cielo, mientras que el Fantasma aguardaba en sombra…
