Merlín es famoso por ser el consejero, profeta y mago del rey Arturo es básicamente una construcción de la Historia de los reyes de Gran Bretaña de Geoffrey de Monmouth. Geoffrey combinó las tradiciones galesas del profeta-bardo Myrddin con una historia de Nennius, el monje y autor galés. Geoffrey también escribió Las profecías de Merlín.
El mago se convirtió en una figura popular en las obras francesas del siglo XIII, y Thomas Malory lo describió como el asesor de Arthur en la Morte d’Arthur y el creador de la Mesa Redonda en Caerleon para Uther Pendragon.
Tennyson lo nombró arquitecto de Camelot en Los idilios del rey. La referencia más antigua conocida se encuentra en el poema profético galés Armes Prydain (La profecía de Gran Bretaña) que probablemente data de alrededor del año 900.
El mago más famoso del mundo aparece en los cuentos populares galeses mucho antes del ciclo artúrico, donde actúa como consejero de Arthur y profetiza la caída de ese héroe. Se hizo conocido como Merlín porque la forma latinizada de Myrddin habría sido Merdinus.
Su madre habría sido o bien una princesa, una bruja o una religiosa, mientras que su padre sería un ser de las tinieblas, un incubo o el mismo Belial, un demonio del abismo que querría extender su poder sobre las criaturas feéricas.
Lo cierto es que el mago también fue poeta y profeta, y pronosticó que un día los galeses volverían a apoderarse de la tierra de Gran Bretaña y expulsarían a los sajones. Esto muestra una previsión notable: el lado este de las Islas Británicas está cayendo al mar a una velocidad tres o cuatro veces mayor que la del lado oeste. En los milenios futuros, Inglaterra bien podría haber desaparecido y Gales y sus primos de Cornualles, Cumbria y Strathclyde, los antiguos británicos, volverán a gobernar la isla.
De joven, Merlín estuvo vinculado con Vortigern, rey de Gran Bretaña, que no pudo construir una torre en Dinas Emrys. Merlín le informó que había un problema porque dos dragones, uno rojo y otro blanco estaban peleando cerca de un lago submarino. Recientes excavaciones arqueológicas han descubierto una piscina subterránea desconocida.
Lo cierto es que los dragones simbolizaban la lucha entre los británicos, la bandera del dragón rojo y los sajones, bandera del dragón blanco, por los pueblos germánicos. En la leyenda, Merlín luego aconsejó a Ambrosius Aurelius, el conquistador de Vortigern, que trajera el Anillo del Gigante de piedras sagradas de Irlanda y erigiera Stonehenge.
Tras la muerte de Ambrosius, su sucesor Uther Pendragon se enamoró de Eigyr (Igraine), esposa de Gorlois, por lo que Merlín transformó a Uther a semejanza de Gorlois y ella concibió a Arthur como resultado de su unión. Después de la Batalla de Arturet, Merlín se volvió loco, o volvió a su estado salvaje y vivió en el bosque.
Regresó para aconsejar a Arthur. Se decía que Merlín tenía contactos con los seres feéricos, los elfos (gnomos en los mitos germánicos), e incluso con los grandes dragones; se le considera el único hombre que se ganó el respeto y la admiración de estos monstruos.
Acabó sus días en el bosque de Bretaña, donde fue recluido en un árbol por su compañera Nimue, la segunda Dama del Lago. Esta empezó a temerle puesto que era hijo de un demonio, y quería propasarse con ella. Se interpreta el mito de la prisión merlínica en el bosque como el símbolo de la unión cósmica entre el hombre y la naturaleza. Las tradiciones galesas dicen que yace encadenado en una cueva bajo Bryn Myrddin, Carmarthen, o en una cueva cerca del castillo de Dinefwr, o enterrado en la isla de Bardsey, de cierta forma es uno de los Trece Tesoros de Gran Bretaña.
Probablemente hubo dos Myrddins, un Myrddin Wyllt, un mago celta que vivió en los bosques escoceses en la época de Vortigern, y Myrddin Emrys de Carmarthen, que vivió en la época de Arthur, pero buscarle realismo a la leyenda mata la magia.