La Caída del Reino: La locura de Hades II

Si no has leído la primera parte, puedes encontrarla aquí: https://blog.myl.cl/la-caida-del-reino-la-locura-de-hades/

III

La magia duele, no es algo fácil de imaginar para los mortales, pero el verdadero poder, aquel que cambia realidades, es sumamente doloroso. Incluso el más pequeño conjuro produce una vibración que recorre el telar mismo de la creación, informando a sus habitantes más despiertos sobre el cambio que ha ocurrido. Ahora imaginemos que pasará cuando Zeus, rey padre de los dioses, sienta que las puertas del Tártaro se han abierto. ¿Qué pasará cuando sea incapaz de comunicarse con su hermano? O peor aún, cuándo sea incapaz de sentir la presencia de su hija, Perséfone.

            El dios supremo, portador de la libertad, teme por la estabilidad de la creación. Desde su hogar en el Monte Olimpo puede ver una oscuridad cubriendo los reinos lejanos. En el horizonte se asoma un águila, la reconoce, es su signo y símbolo para los mortales. Sus plumas están quemadas, su carne herida, a pesar de esto el animal se posa sobre el brazos de su amo con gallardía.

            —Atacar al ave de Zeus es una falta de respeto.

            Dijo el amo del firmamento al mismo tiempo que acariciaba al herido rapaz.

            —Ahora muéstrame que has visto.

            Ante sus ojos apareció el temible avance de los demonios liderados por Belial, pero la imagen cambió velozmente a la destrucción de los reinos intermedios, los dominios de los seres feéricos siendo arrasados y sus habitantes violentamente asesinados.

            Los tambores de guerra se escuchan entre los dominios blandos. La resistencia está en manos de la Reina Titania, señora de Avalón, ella y solamente ella es capaz de presentar una resistencia contra los demonios, sin embargo su magia se agota y sin la madre Daana, la energía que sostiene a estos mundos oníricos se hace insuficiente para resistir los embates del averno, que siempre ha deseado una mordida de estos señoríos.

            —¿Dónde estás hermano?

            Hades es por derecho es el señor de las mil puertas del inframundo, si una de ellas se ha abierto la creación misma podría colapsar. Los demonios insensatos están caminando a su propia destrucción. Una oscuridad preternatural lo cubre todo, haciendo imposible la visión del gran rey, de manera que vuelve a concentrarse en la luz, en Titania.

IV

Caen las tres fronteras de Tier-na-Og, Faerie y Oliarte, lo mismo Moy-Mell y la tierra Djinn, razas completas han desaparecido para siempre. El corazón de Zeus sufre un golpe, sus hijos, sus creaciones también han sido sacudidos por la noche oscura que se derrama por la creación. Intenta un conjuro simple, una cadena para poner en alerta a los reinos lejanos, a Poseidón y a Efestos, pero la comunicación es imposible, el Dominio mismo parece haber caído en manos de un demente.

            Ordena que Ares, Atenea y Apolo custodien Olimpo. Él debe seguir siendo testigo del horror que se dibuja en el firmamento.

El viejo dios pude sentir lo que la reina siente. Así, logra ver como Titania ha concentrado su poder para proteger las piedras esmeraldas, esas que resguardan los mundos del sueño y la ilusión. La risa de Belial se escucha cerca, el demonio siempre se ha sentido con derecho sobre la magia y las brujas, de hecho, tuvo un hijo con una de ellas, un mago al que llaman Merlín. Se pregunta si aquel ser podría ser considerado un aliado dado las circunstancias.

Un temblor hace que los defensores de Avalón caigan.  Las llamas consumen los árboles sagrados, los que una vez fueron hogar de ninfas y dríadas.

            —Ríndase—dijo la voz del demonio—, y te prometo que no te haremos daño alguno.

            Aquello era verdad, pensó Titania, ellos no la quieren muerta, la quieren humillada y caída. Arrojada a los pies de los habitantes de la oscuridad. ¿Pero quién había facilitado este ataque? Belial mismo no tenía tanta fuerza, ni el respaldo mágico para intentar algo tan grande.

            Cuando los dragones feéricos sonaron las campanas de cristal supo que no había alternativa más que escapar. Así fue como haciendo uso de todo su poder  tomó la forma de un halcón y voló buscando refugio, quizás los Tuatha—de—Danaan podrían ofrecerle un mejor refugio y ayudar con la resistencia, sin embargo, su vuelo fue interceptado por repulsivos y carnívoros seres voladores.

La oscuridad había engullido su reino, y con este caería también la tierra del hombre.

            Había una esperanza aún. Una acción imprudente, arriesgada. La hija de los titanes, descendiente del sueño mismo cerró los ojos, para luego abrirlos y soltar un grito adolorido que se transformó en una gran alarma que cruzó los reinos, hasta llegar a las tierras de los hombres, sin respetar espacio o tiempo, todos los que podían oír escucharon la llamada. Magos, héroes, guerreros y seres hechos de hechicería, todos eran convocados a esta última batalla.

            Aquel grito hizo que Zeus rompiera el enlace con el ave sagrada, así que la dejo marchar rumbo al ocaso, para que muriese con dignidad. El señor del firmamento sabía que había llegado la hora de actuar. Soltó un suspiro y desapareció a través de las capas dimensionales que separan su reino del de su hermano Hades. Un camino difícil, pero ya lo había hecho antes.

            Las sombras no estaban felices con esta intromisión, un centenar de fantasmas hambrientos se lanzaron sobre el gran señor del olimpo, querían beber su energía, apagar su luz.

Era un enemigo osado, uno que se atrevía a atacar a una deidad directamente. Esto confirmaba el terror de Zeus: sin duda había un ser divino detrás de esta locura, pero había muchos candidatos para este mal. Si esta era una crisis mágica, sería de esta misma forma que respondería: todos y cada uno de sus enemigos conocería la fuerza del rayo. Había llegado la hora de la furia y nadie podría detenerlo.

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Gracias por haber llegado hasta el final de este capítulo. Como regalo, les dejo estos spoilers exclusivos de Explorandum, asociados al relato de hoy.

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