Historias no tan breves – Como llegué a MyL

Para los que no me conocen o sólo me ubican por salir en lives de MyL, mi nombre es Ricardo Errecalde. Soy de profesión diseñador gráfico, ñoño de alma y parte del equipo de desarrollo de Mitos y Leyendas. En mis bios suelo poner “Amante y coleccionista de la cultura geek”, me gusta esa descripción.

Mi historia comienza en Buenos Aires, 1988. Crecí en una de las mejores épocas para ser niño, los 90. La Sega Genesis, el Super, Dragon Ball, los Cazafantasmas, Mortal Kombat, los Caballeros y Jurassic Park fueron el mundo que me rodeó gracias a mi hermano mayor que se dedicaba al prohibido mundo del tatuaje y los piercings. Siempre traía a casa las cosas más cool que podías imaginar y las revistas mas rockeras de la época.

Conocí los juegos de cartas en el 2000, recién llegado a Santiago, cuando alguien llegó al colegio con un puñado de cartas Mitos. No tenia ni idea de lo que eran, pero los dibujos eran geniales y el tono fantástico me llamó la atención altiro. Las ilustraciones se parecían mucho a los cómics de mi hermano, Predator, Aliens y otras historias de fantasía.

En esa época la tele nos bombardeaba con infinitas series y juguetes. Los tazos, Kapo, cartones prepicados de feria con imágenes de Pokemon, WWF, Zoolo TV dando las sagas de Freezer, Cell y Majin Boo. Entre todas esas cosas, Mitos se abrió camino. Rápidamente MyL se tomó las salas, recreos y almuerzos. Te llamaban el apoderado por andar jugando en clases, el profe te quitaba las cartas y no faltaba el típico compañero ratero que andaba robando Oráculos e Intis.

La cúspide de todo fue Espada Sagrada, cuando me gastaba las chauchas de la colación en sobres y mazos, cuando ya no existía el Tótem de Guanaco turno, no había más Oráculo – Ken Nage. El juego estaba mucho mas tranquilo y entretenido, podías jugar Caballeros, Olimpicos o Titanes.

Salíamos a las 13:00 en la básica y siempre nos pasábamos a la casa de alguien a jugar cartas. Incluso nos juntábamos los sábados a jugar a la pelota, mitear y ver la lucha libre. Por cosas de la vida, apenas pasé a la media, este hobby se fue apagando de apoco, agarre otros pasatiempos, la jornada completa no me dejaba tiempo libre, dejé de ver a mis amigos de la básica y así MyL se fue alejando. Ya en tercero o cuarto medio me había alejado completamente de las cartas, dejé todo guardado en una caja de zapatos por años, juntando polvo.

Con los primeros sueldos, volví a comprar aquellas cosas que me habían gustado de chico; cómics, películas, juegos y eventualmente, cartas. Ya no jugaba, pero mis sobrinos estaban metidos jugando interescolares y bien engrupidos con ser “pro” de Mitos. Así volví a comprar sobres de Barbarie y Reino de Acero, yo los abría y ellos después se quedaban con las cartas. Eventualmente ellos pasaron por el mismo proceso que yo. Crecieron.

Las ilustraciones de Mauricio, Waldo y Gabriel Rodriguez marcaron mi gusto por ilustrar y también influyeron en la decisión de estudiar diseño. Me gustaba caleta dibujar. Me metí a diseño gráfico en Inacap y tuve la suerte de codearme con gente con los mismos gustos ñoños. Me había hecho la idea de que, con suerte, podía llegar ilustrar para MyL . Se imaginan como me tomé la noticia de la quiebra de Salo en el 2010 .

Sin MyL en el mapa, me enfoqué en sacar la carrera y también me metí fuerte al competitivo de Magic, llegando a unirme al team donde conocí a José Correa. Uni.

En febrero o marzo de 2014, ya egresado de la u y pateando piedras mientras buscaba la práctica, recibí el llamado de Uni para unirme al desarrollo de un nuevo TCG (en esa época no me dijeron que era MyL). Acepté la oferta sin pensarlo dos veces, no importaba nada, era “LA” oportunidad, esa que llega sólo cuando se alinean los planetas.
Tenia toda la esperanza de que lo aprendido en la universidad me sirviera para sobrevivir. Lo peor que podía pasar era fallar e irme para la casa. Tenía todo que apostar y nada que perder.

Así llegué a MyL, hace ya más de 5 años, primero como Director de Arte, después pase por Juego Organizado y finalmente a formar parte del equipo de desarrollo en 2017. Mi primer hijo fue Águila Imperial, edición por la que guardo un especial cariño. Especialmente por el equipo con el que trabajé y a los que les mando un apretado abrazo.

En MyL hice grandes amistades, rabié más que en ningún otro lado y me río como nunca. Estoy feliz de ser parte de algo tan grande, tan entretenido y con tanto potencial. Ando siempre con zapatillas y jeans, listo para ir a donde sea necesario, tratando de aportar todo lo que viví y aprendí al otro lado de la cancha, desde el punto de vista de jugador y de consumidor compulsivo de ñoñerías.

En estos cinco años me casé, se fue mi viejo y llegó mi hijo. Han sido años increíbles, en gran parte por estar trabajando en algo que me apasiona y que disfruto todos los días. Me mueve llevar alegría a mi especie; ñoños, niños y adultos con alma de niño que aun somos felices jugando. Me llena ser parte de una industria de nicho que es enorme. Esta vez no como espectador, sino actor de los cambios, ideas, proyectos y planes a futuro. Me mueve crear.

He conocido mucha gente increíble en estos años y sé que voy a conocer más gente aún, jugadores, dueños de tienda y compañeros de trabajo. Esta plataforma servirá para estrechar la distancia comunicacional con ustedes, los jugadores y para poder contarles un poco más de mi visión del juego. El como plasmamos eso en las cartas.

Los invito a que manden sus comentarios, preguntas o ideas para poder discutirlas en los próximos artículos. Nos leemos pronto.