“El mundo que estaba lleno de cosas preciosas, de tantas maravillas, y de gente con buen corazón; esta ahora vacío, y es miserable. En este maldito juego de tronos y artimañas, resultaste ser la pieza que nuestros enemigos más codiciaban, la que más ansiaban destruir. El alma de la gente que me rodea, cae presa del sollozo, maldiciendo el cielo ennegrecido por la tormenta, por no haberte podido salvar…haber podido salvar a Francia. El dolor en nuestras almas, se torna más fuerte, con cada instante que pasas lejos de tu pueblo. Nos acercamos a la hora más oscura de Francia…”
Buenas tardes, estimada comunidad de Mitos y Leyendas. Como hemos podido ver hasta ahora, el avance de Francia hasta ahora ha sido providencial, gracias al liderazgo de la Doncella de Orleans. Los grandes éxitos de sus campañas, le han permitido ganarse un lugar en el corazón del pueblo de Francia. Por desgracia, esto también ha despertado los celos entre los cortesanos de la corte del ahora rey Carlos VII.
El día de hoy, veremos el capitulo final de esta trilogía narrativa. Una amarga estratagema, donde habrán grandes cambios, destacando el final de una era dorada. Épocas oscuras se avecinan, que vendrán de la mano, con una canción de fuego, y acero. Estamos al final de 116 años de conflicto, que para concluir, se cobro la vida de muchas personas virtuosas…incluida, la de aquella muchacha amparada por Dios.
El colapso francés
A fin de restar el protagonismo de Juana en su siguiente campaña hacia Paris, los consejeros envenenaron la mente del monarca, con ideas de reconciliación con Borgoña. Esta sucia estratagema, haría que la marcha a la capital se retrasara, permitiendo de paso que Felipe El Bueno, duque de Borgoña, pudiese reforzar la ciudad en el entretiempo de las infructuosas negociaciones.
Al llegar a Paris, los esfuerzos de la Pucelle por tomar Paris fueron infructuosos, en dos oportunidades que intento asaltarla. Si bien la moral y los números estaban de su lado, la guarnición angloborgoñona, también estaba bien preparada, para defender su posición.
Después de un día completo de infructuoso asedio, el ejercito francés recibió orden explicita de retirarse de Paris, a fin de asegurar tropas valiosas, para próximas campañas de mayor importancia. Una decisión altamente cuestionable, que habría tenido otro curso, si la corona hubiese tomado la iniciativa de atacar Paris, en lugar de negociar inútilmente con el duque de Borgoña.
Durante los meses siguientes, se había declarado una tregua entre Francia e Inglaterra, instancia que le permitió a ésta ultima reagrupar sus fuerzas, y contratacar con mayor fuerza, con el apoyo de los borgoñones. En mayo de 1430, Felipe El Bueno planeaba asediar la fortaleza de Compiegne, en conjunto con el duque de Bedford. Debido al fracaso de Juana en el asedio de Paris, había perdido mucha de la confianza de la corte francesa, cosa que limito el numero de sus huestes considerablemente. Aun así, con pocas tropas bajo su mando, La Pucelle se dirigió a toda prisa hasta Compiegne, para reforzar la guarnición. Nada en aquel día haría presagiar, que esta batalla seria también la ultima de su vida.
La caída de la Doncella
Los primeros movimientos del combate, por parte del duque de Borgoña, fueron relativamente menores. Eso si, la presión del sitio empezó a hacerse notoria, con el paso de los días. Juana de Arco, se había propuesto realizar una incursión cercana a los campamentos borgoñones, para debilitar las posiciones enemigas, y facilitar la entrada de refugiados en la fortaleza de Compiegne. Si bien hubo cierto grado de resultado en esta táctica de guerrilla, no tuvo el impacto que buscaba. Los borgoñones lograron emboscar a la comitiva de La Pucelle, y habiéndola separado del ejercito francés que había logrado ingresar en Compiegne, procedieron a capturarla en el combate. Ese fue el día, que cayo la Doncella de Orleans.
Los borgoñones, llevaron a su preciada prisionera ante la presencia del duque Felipe El Bueno, quien fue reprendido fuertemente por Juana. Después de haber escuchado a su prisionera, el duque se pronuncio ante ella, cuestionando el supuesto favor y apoyo que le proporcionaba su monarca.
“¿Dónde estuvo tu amado rey cuando intentaste tomar Paris?”
“¿Dónde esta, ahora que su mejor aliada fue hecha prisionera?”
Tomando de referencia la condición de Carlos VII, como líder de la casa de Armagnac, la situación con Borgoña era de ánimos muy altos, si recordamos toda la historia que hay detrás. Ante esta situación, el duque de Borgoña envió una comitiva, tanto a Carlos VII, como a los ingleses, con la misma solicitud: 10.000 libras, a cambio de La Pucelle.
Al final, Juana fue reclamada por los ingleses, y llevada a Ruan. Con este acto, Felipe El Bueno había asestado el golpe maestro a la facción de Armagnac, al quitarle a su más grande aliada. Un acto simbólico, ejecutado al más puro estilo borgoñón, en venganza por la muerte de su padre. También dejo un sabor amargo al propio duque, por haber entregado a una mujer virtuosa que, para él, representaba moralmente todo lo que los Armagnac no eran.
Una mártir perfecta
La Doncella de Orleans, en Ruan, fue juzgada por un tribunal ingles, que solo buscaba condenarla lo más pronto posible. Durante su juicio, se llegaron a presentar más de 70 cargos, siendo el más grave el de inventar argumentos, sobre apariciones y manifestaciones divinas. A este supuesto delito, se incluyeron otros como los que se nombran a continuación:
- Herejía
- Brujeria
- Travestismo
El inquisidor encargado del juicio de Juana de Arco, fue Enrique de Beufort, Cardenal de Winchester. Este hombre, era la representación del poder ingles, que quería ver muerta a Juana de Arco. Para lograr enjuiciarla por un delito que la llevase a la ejecución, interrogo durante dos meses a La Pucelle, donde intento poner trampas para que fuese hallada culpable. Para desventura suya, Juana de Arco supo evitar todas estas artimañas.
El juicio en su totalidad era ilegal, pues además de negar la posibilidad de apelar a Juana, en todo momento tuvo que ella sola formular su defensa. Al final, fue hallada culpable, y sentenciada a morir en la hoguera. Varias veces se le intento persuadir para que renunciara a sus dichos, todas sin éxito. Al final, la vida de Juana acabo ahí, un triste 30 de mayo de 1431, en la ciudad de Ruan, ardiendo ante los atónitos ojos de más de diez mil personas.
La muerte de Juana simbolizo varias cosas en el trasfondo de la guerra de los 100 años. Por una parte, para Borgoña era su mayor triunfo sobre los Armagnac, que tanto les habían dañado en el pasado. También simbolizaba el quiebre moral, de una campaña exitosa en favor de Francia. Desde el punto de vista religioso, también tenia una profunda carga de misticismo. Por la forma en que murió, no podía ser menor el impacto que tuvo para toda Francia. Hay leyendas que mencionan que, si bien todo el cuerpo de Juana ardió aquel día, su corazón nunca se quemo.
Pasados 4 años desde la muerte de La Pucelle, los rencores de toda Francia hacia Borgoña, estaban en un punto casi insostenible. A fin de aliviar la presión que estaba sobre el, Felipe El Bueno convocaría una reunión con su enemigo Carlos VII, líder de los Armagnac. El peso por ser los artífices que llevaron a La Pucelle a su muerte, hizo que ambos lideres firmaran el Tratado de Arras, mediante el cual se acabarían las rencillas entre Borgoña y Francia para siempre, aliándose entre si, en contra Inglaterra. Es una triste ironía en este cruento escenario de guerra, que la muerte de una mujer virtuosa, surgiera una oportunidad para la paz, entre dos facciones que antes se odiaban, a raíz de un acto de similar naturaleza.
Una canción de Fuego y Acero
Por otra parte, quienes acompañaron a Juana en sus campañas, quedaron muchos de ellos muy devastados por su perdida, culpándose por no haber podido salvarla. Sin embargo, su muerte fue tomada como el arranque moral, que tanto nobles como campesinos clamaban al tomar las armas. El curso de la guerra continuo favoreciendo a Francia, con un vigor basado en su deseo por luchar por su pais, y vengar a La Pucelle. El instante en que se decidiría el final de todo esto, seria ante la fortaleza de Castillon, en 1453.
Si llegasen a triunfar en Castillon, se acabarían para siempre todas las pretensiones y reclamos hereditarios de Inglaterra sobre Francia. El embate era una pelea donde estaba en juego el desenlace de la misma guerra, que por 116 años, se cobro tantas vidas. Un instante decisivo, donde la única opción, era vencer o morir. En este embate final, estaba al frente del ejercito francés, el general Jean Bureau, un maestro táctico, cuya experiencia en el manejo de la artillería, se asemejaría al de su predecesora.
La batalla, fue un estruendo que literalmente derribo todo lo que se sabia sobre táctica militar. Aquí, la artillería en base a los cañones, fue la pieza crucial que determino el desenlace de una batalla, por primera vez en la historia. Gracias a la valiente acción de los combatientes franceses, se logro conquistar finalmente, la ultima fortaleza que tenia Inglaterra en Francia, dando el ansiado fin, a la Guerra de los 100 años.
Epilogo de la Guerra
Después de varios años de continuas derrotas por parte de Francia, la providencial llegada de Juana de Arco, dio esperanza a una nación al borde del colapso. Sus acciones, además de estar amparadas por un fuerte vinculo divino, avivaron la llama del nacionalismo francés, en las gentes de cada lugar del reino. La profunda admiración del pueblo de Francia, por quien seria su salvadora, les llevo a lograr literalmente, lo imposible.
Con la guerra ganada, Carlos VII ordeno que se revisaran los registros del juicio realizado a Juana de Arco. Además de encontrar que su desarrollo fue totalmente ilegal, se encontró que todo el proceso, fue utilizado por Inglaterra, con fines políticos, para deshacerse de La Pucelle. Esto dio lugar a que se anularan todos los cargos con que se imputaron a Juana injustamente, así como de excomulgar y perseguir, a todas las personas que participaron maliciosamente en su juicio. Tiempo después, la Doncella de Orleans seria canonizada y beatificada, tomando un lugar de honor, como santa patrona, y protectora de toda Francia.
Palabras al cierre
Como hemos podido ver, el transcurso de la Guerra de los 100 años, significo un gran choque de varias temáticas importantes. Los continuos hechos que acontecieron a lo largo del conflicto, dieron forma a la configuración general que se establecería en Europa, antes, durante, y después de toda la guerra. Si bien la posición de Francia al inicio fue poco favorable, el valor de muchas personas seria lo que permitiría dar un vuelco total a toda la lucha.
Todo lo anterior, nos permite reflexionar que gran parte del desenlace de muchas historias que aquí hemos visto, estuvo determinada en gran parte por la voluntad o fuerza de sus combatientes…otras, fue por obra de las circunstancias. Aun así, ello nos permitió aprender el gran impacto que tuvo la voluntad, en este caso, de una humilde campesina…
Me encantó! Primera vez que sigo una historia completa y hoy terminé de leerla.
Muy buena como se cuenta y como se adentra en esta historia.
Muchas gracias!!
Buenos días, Aldo.
Muy agradecido por tus elogios, estimado. Ofrecer estas historias a la comunidad, y saber que son recibidas con gran gusto, me motiva a ir mejorando cada día más. Que tengas una excelente semana.
Atte. Victor Cortez.