Muy pocas veces en la historia las Iglesias se han limitado a cumplir funciones relacionadas exclusivamente con la fe. En muchas épocas, incluso en la actualidad, han sido importante protagonistas políticas.
Hubo períodos en la historia en que toda la protección social que hoy se encuentra principalmente en manos del Estado, estuvo en manos de la Iglesia, como por ejemplo la asistencia hospitalaria.
En la Edad Media la Iglesia Católica copaba casi todos los ámbitos de la vida europea, y cuyo declinar en este sentido da precisamente inicio a una nueva época en la historia.
El Cristianismo
Alrededor del año 40 de nuestra era un nuevo credo religioso se difundió rápidamente desde Palestina a las provincias orientales del Imperio Romano.
El territorio palestino estaba sometido a los gobernantes romanos desde la época de Pompeyo. La hábil política impuesta por el emperador Augusto permitió la existencia de un Consejo de Gobierno Local, el Sanedrín, que administraba a la comunidad judía bajo la supervisión de un Procurador romano; para así evitar enfrentamientos con el gobierno imperial.
En materia religiosa, Roma era, en general, tolerante. Augusto había autorizado a los judíos a practicar su monoteísmo, a cambio de que orasen por los emperadores a su propio dios, Jehová.
Fue precisamente durante el reinado de Augusto cuando nació Jesús en Belén. Más tarde, comenzó a predicar su doctrina entre los treinta y los 33 años, en la época del emperador Tiberio. En ella, Jesús proclamaba no sólo ser el Mesías anunciado por las antiguas escrituras judías (en griego Christo), sino también dijo ser el Hijo de Dios.
Las fuentes históricas y los postulados del Cristianismo quedaron escritos en el Nuevo Testamento, redactado por los discípulos y seguidores de Cristo durante la segunda mitad del siglo I d.C.
El siglo IV: Los emperadores y la Iglesia
Luego del organizado gobierno de Dioclesiano, en el que se afianzaron las fronteras del Imperio, asume el poder absoluto en Roma, en el año 324, Constantino, quien durante su reinado introdujo importantes innovaciones:
Esta nueva actitud del emperador hacia el cristianismo alteró la situación de la Iglesia:
- El Cristianismo se convirtió en religión oficial, favorecida ahora por la intolerancia del Estado hacia los otros cultos religiosos o frente a las disidencias en su mismo seno (herejías).
- Las donaciones de tierras y riquezas hechas por los emperadores y la adhesión de las clases altas aumentaron el poderío de la Iglesia y le quitaron su sencillez original.
- Sus jerarquías se estructuraron sólidamente sobre los modelos del Imperio, la Iglesia se dividió en: diócesis, dirigidas por un obispo y los sacerdotes ya no fueron elegidos por el voto popular.
- A la cabeza de la jerarquía eclesiástica se hallaba el obispo de Roma, llamado luego Papa o Sumo Pontífice (denominación de origen latino).
- El dogma que debían seguir los creyentes fueron establecidas por las Asambleas de Obispos o Concilios.
La Iglesia sobrevivió al Imperio Romano y acrecentó su autoridad cuando los reinos bárbaros que lo sustituyeron se convirtieron en cristianos.
Un elemento que contribuyó a incrementar el protagonismo de la Iglesia fue su poder económico. Una gran parte de la propiedad de la tierra (el principal recurso productivo de la época) estaba en manos de monasterios, conventos y catedrales, instituciones que arrendaban sus tierras para obtener ganancias, como una de sus formas de sustento. Por otra parte, todos los campesinos, incluidos los libres, tenían que pagar el DIEZMO, la décima parte de sus cosechas.
Muchos monasterios, especialmente los benedictinos, funcionaban como verdaderas unidades económicas. Gracias al trabajo agrícola realizado por legos y siervos, lograban desarrollar una actividad productiva muy próspera. Muchos de ellos tenían grandes talleres en los que introdujeron una organización racional de trabajo. De allí salieron todas las obras de orfebrería, esmaltes y tejidos que adornaban las iglesias y catedrales.
Los principales ritos en las vidas de las personas, desde el bautizo y el matrimonio hasta el entierro y los funerales, estaban relacionados con el cristianismo y con la Iglesia, que también fijaba el tiempo de trabajo y el de fiesta, el de la paz y el de la guerra. Las campanas de la Iglesia regulaban la vida cotidiana y las horas de trabajo de los campesinos. Incluso el calendario seguía las fiestas religiosas y los años se contaban a partir del nacimiento de Cristo.
Otro ámbito en el que la Iglesia llegó a tener una importante presencia fue en las tareas de orden social. En una época de grandes necesidades materiales la caridad fue promovida como un importante valor del cristianismo, y como un requisito para poder alcanzar el cielo. La Iglesia estaba a cargo de hospicios que se preocupaban de cuidar a los enfermos, ancianos y huérfanos. Fueron muchos los albergues que se crearon en Europa a cargo de religiosos que actuaban como sanadores del cuerpo y del espíritu, incluso los monasterios servían de albergues y las iglesias de asilo a los perseguidos por razones políticas o judiciales.
León I el Magno
Por lejos es el Pontífice más importante de su siglo. Tuvo que luchar fuertemente contra dos clases de enemigos: los externos que querían invadir y destruir a Roma, y los internos.
Llegó a ser Secretario del Papa San Celestino, y de Sixto III, y fue enviado por éste como embajador a Francia a tratar de evitar una guerra civil que iba a estallar por la pelea entre dos generales. Estando por allá le llegó la noticia de que había sido nombrado Sumo Pontífice. Año 440.
Su fama de sabio era tan grande que cuando en el Concilio de Calcedonia los enviados del Papa leyeron la carta que enviaba San León Magno, los 600 obispos se pusieron de pie y exclamaron: “San Pedro ha hablado por boca de León”.
En el año 452 llegó Atila, capitaneando a los feroces Hunos, el Papa León salió a su encuentro y logró no marchase sobre Roma logrando la retirada de su ejército tras la firma de un tratado de paz con el Imperio Romano.
En el año 455 llegó otro enemigo feroz, Genseric, jefe de los vándalos, quienes saquearon Roma, pero el Papa consiguió que se respetara la vida de sus habitantes y que no fuera incendiada.
León I asumió el título de pontifex maximus, mismo que habían abandonado los emperadores romanos desde el 382.
Fue canonizado en 1574.
Es muy grato conocer un poco de la historia de los personajes dentro de las cartas, yo tengo mazo sacerdote y cuando le enteré que viene en el pack de superación decidí que debe estar en mi mazo. Gracias a los posts anteriores y éste entendí la importancia de León I Magno en Roma: su aporte a la comunidad cristiana y su enfrentamiento-diálogo con vándalos y hunos. Gracias por el dato maestro.