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Desde nuestro departamento de educación buscamos, a través del juego, buscamos despertar los talentos, las pasiones, y que se asocien las expectativas, tanto personales como sociales, con un horizonte de posibilidades lo más amplio posible; para conseguir esto una persona necesita instrucción, afecto, un ambiente propicio y una tremenda carga de un combustible al que llamamos imaginación.
No hay imaginación sin conocimiento basal, o un conocimiento común mínimo: para imaginar, yo necesito estar dentro de una cultura. En este contexto el juego crece en importancia ya que no es solamente reproducción del conocimiento cultural, sino una recreación del mismo, una reinversión que nos hace dueños de nuestros conocimientos.
Desde la sociología se ha descrito el juego como una forma de expresión de una cultura de pares que utilizan los datos de la cultura para dar cauce a su imaginación y, al hacerlo, producen re-creaciones. Los niños toman como punto de partida las cosas de la cotidianidad y en ese proceso de re-contar historias, que es el juego, dan origen a nuevas producciones culturales, generando conocimiento nuevo.
Así mismo creemos que las situaciones de aprendizaje deben ser pensadas como experiencias, como eventos que signifiquen y encarnen en nuestros y nuestras estudiantes. Para ello, consideramos factores como los siguientes:
Toda experiencia humana es aprendizaje.
Aprendemos en el conocer.
Aprendemos en el distinguir.
Aprendemos en el hacer.
El uso de Mitos y Leyendas dentro de un contexto educativo no está limitado al juego mismo, en mi experiencia haciendo clases, en tercero y cuarto básico, por ejemplo, muchos niños prefieren ser guiado en actividades lúdicas no necesariamente jugando MYL. Por otro lado, en mis clases con chicos de sexto básico encuentro muy útil hacer actividades previas al evento juego, con el fin que este mismo no sea mediado por mi u otro profesor.
Por otro lado, en jóvenes me pasa lo contrario, a partir del juego comienzan a levantarse otros intereses que van desde la expresión artística, hasta un interés investigativo. Para que esto pase se requiere de un diseño previo del docente, que hable con los conocimientos e intereses del jugador/alumno.
Ideas hay muchas, pero estoy seguro que los lectores docentes tendrán muchas más. Me gustaría eso sí compartir algunas buenas prácticas del uso de dinámicas lúdicas en torno a las cartas de Mitos y Leyendas.
- Dar a los alumnos/as la oportunidad de elegir modalidades de acceso al aprendizaje.
- Generar tareas individuales, esto es especialmente relevante frente a las o los estudiantes con necesidades especiales.
- Organizar el trabajo en grupos pequeños, colaborativos/competitivos donde todas las voces sean escuchadas.
- Propiciar la investigación y la reflexión como medios de analizar el aprendizaje.
- Ayuda a atisbar posibles nuevos intereses que aparezcan.
Espero poder compartir algunas dinámicas de juego que hemos visto funcionando en nuestros talleres, así mismo queremos estar compartiendo las vuestras. Un gran abrazo.
Buenas Tardes, este articulo es muy valioso y profundo, en realidad es importante en nuestra actual sociedad el impulsar nuevas técnicas de aprendizaje y desarrollo en niños/as y adolescentes, es necesario entender ciertas nociones de como crear y planificar actividades ludicas en donde como anteriormente se ha escrito prevalezca la entretencion antes que la competitividad, como profesionales en el área social o educadores infantojuveniles tenemos la obligatoriedad de ser un aporte para MyL ya que no solo es un juego de cartas, sino una puerta a un mundo en donde los sueños y la aventura cumplen una función reparadora y esperanzadora de contención social y emocional en muchos escolares de enseñanza básica y estudiantes de educación superior de nuestro país y con mucha responsabilidad escribo que pesar de toda nuestra actual y triste realidad como sociedad debemos buscar la instancia para la recreación y el esparcimiento en los colegios, liceos y universidades, las generaciones actuales y futuras lo merecen, gracias por este espacio.