I
Nuestra historia ha avanzado con una casi silenciosa cadencia, conocimos los dolores de Hades, la lucha de los mortales por sobrevivir a las sombras, incluso escuchamos el rugido temible de aquella lucha fratricida entre los grandes dragones. A pesar de esto debo confesar que aún tenemos autores que presentar:
Su nombre no será extraño para nadie, Thor. En la mitología nórdica, es el gran dios que empuña el martillo. Sus poderes han sido asociados con el relámpago, el trueno, las tormentas, las arboledas y los árboles sagrados, la fuerza, la protección de la humanidad, la santificación y la fertilidad. Además del nórdico antiguo Þórr, la deidad aparece en inglés antiguo como Þunor, en frisón antiguo como Thuner, en sajón antiguo como Thunar y en alto alemán antiguo como Donar, y el más popular Darmer. Todos estos nombres derivado en última instancia del teónimo protogermánico * Þun(a)raz, que significa ‘trueno’.
El dios del relámpago ha cruzado el bifrost siguiendo una señal mágica, una perturbación en el talar de la vida. No tuvo que llegar a Midgard para darse cuenta de que el caos gobernaba la tierra del hombre. Pudo ver ciudades repletas de muertos que caminan y otros horrores que aún no tenían nombre.
Hay hombres especialmente tocados por la divinidad, los berserker han puesto el trueno del dios en su alma. Sin miedo se arrojan a la batalla en contra de las sombras sin pensarlo dos veces. Aún así el joven dios sabe que no podría enfrentarse eternamente a estas oleadas de sombras.
La magia es como un río, siempre hay una fuente y el dios va siguiendo las huellas para conocer a quien ha causado el caos que ahora inunda a la creación. Un extraño escalofrío recorrió la piel de joven dios, escuchó una risotada terrible y hambrienta. Aunque sospechaba la presencia del amo del engaño, no estaba seguro de que encontraría al asesino de su hermano Balder: Loki.
Cruzó una negra nube que parecía estar hecha de carbón, sintió como le robaban la fuerza. Aquello había sido una trampa, ahora estaba claro.
—¿Te gusta mi nube carnívora?—Dijo el señor de la mentira surgiendo de las sombras—, gracias me has dado lo que necesito, el poder de un dios del trueno.
Las palabras de aquel ser eran confusas, rasposas, como si estuviese embriagado de poder. Había tomado en sus manos mucho más poder del que podía controlar.
Lo que tanto Loki como Thor ignoraban, es que no hay un solo dios del trueno. Y todos sintieron la misma magia que atrapó a Thor. Desde Perkunas hasta Taranis, pasando por dioses como Júpiter, Raijin, Hadad y Leigong siguieron al más famoso y poderoso de todos, Zeus. El rostro del dios del caos se tornó en una mueca de horror.
Fue Raijin quien discurrió la nube que atrapa al dios nórdico. Para cuando las neblinas se fueron ya no había señal de Loki, pero era hora que el dios del engaño comenzara a temer, pues los dioses del rayo han hecho una alianza imposible.
Gracias por acompañarnos una vez más en otro emocionante capitulo de este relato. Como pequeño regalo, les dejamos las cartas asociadas a esta parte de la historia. ¡Nos leemos pronto!