“Las noches frías que asolan los campamentos de nuestras tropas, son cada vez más crueles. Cada vez que intento conciliar el sueño, me invaden pesadillas donde miro horrorizado campos de batalla donde solo hay fuego y acero. Estas nefastas visiones se repiten más a menudo, ahora que nuestra querida Francia, es devorada cada vez más por los muchos años de guerra. En plena nevada, la desesperanza de mis soldados era mucho más evidente, y al verles a los ojos, solo podía ver desesperación. Días más tarde, llegaría a nosotros aquella mujer por primera vez. Su voz, vibraba con una voluntad que nunca había visto antes. Dijo que se llamaba Juana, y que en sus manos estaba la misión de liberar Francia. Nadie vio esperanza en sus palabras, pero al oírla hablar con tanta fe, fue suficiente para mi. Perderé muchos combatientes en este viaje. A estas alturas de nuestras vidas, la muerte es ya una vieja compañera, pero por Juana, estoy dispuesto a enfrentarme una vez más a ella”
Te doy la bienvenida a un nuevo articulo sobre la Guerra de los 100 años, donde hemos visto a grandes rasgos, lo intensa que ha sido esta disputa bélica, entre los reinos de Inglaterra y Francia. Hasta el momento, nuestra primera trilogía narrativa ha tomado al bando ingles como protagonista. A lo largo de casi 80 años de conflicto, el poder de Gran Bretaña ha logrado consolidarse con fuerza en la Francia conquistada hasta el momento.
Desde este punto en adelante, veremos la visión de la guerra, bajo una perspectiva enfocada en el bando francés. Desde luego, quien protagoniza esta parte de nuestra historia, es nada menos que la heroína más famosa de Francia. Eso si, antes de ver como su sacra misión le llevo a los campos de batalla, primero veremos sus inicios como una humilde campesina, en un poblado de Borgoña. Aquí inicia el relato de Santa Juana de Arco, la Doncella de Orleans.
El ascenso de La Pucelle
Nacida bajo el nombre de Jeanne d’Arc, en el año 1412, bajo el seno de una familia campesina, cerca de la localidad de Domremy, en Borgoña. Si bien gozaba de una vida tranquila, poco era lo que había podido aprender del mundo, a causa de su condición humilde. Al cumplir los 13 años, experimento sus primeras visiones divinas, en 1425. En ellas, se aparecieron ante Juana, el Arcángel Miguel, así como Santa Catalina y Santa Margarita.
Las voces celestiales, le habían revelado que su rol en esta vida, era mucho más grande de lo que ella creía. Se le menciono que seria ella quien liberaría Francia del yugo de los invasores ingleses. Serian sus acciones las que llevarían al ejercito francés hacia la victoria.
Otra de las misiones que tenia por encargo divino, era el lograr que el Delfín de Francia, antaño heredero de su propia nación, recuperase su derecho como legitimo monarca. Una gesta que tiempo después, devolvería la corona de Francia, al verdadero rey.
Fue así que habiendo cumplido los 16 años, pidió ayuda a su tío para que la llevase a Vaucouleurs, donde estaba presente una guarnición de la facción de Armagnac, leal al Delfín. En dicho campamento, el comandante de las tropas francesas, Robert de Baudricourt, desconfió ampliamente de la “misión” que le contaba Juana. Sin embargo, dos caballeros del campamento, accederían a escoltarla a través de territorio borgoñón, rumbo a Chinon, donde se refugiaba el Delfín.
Quizás habrá sido una muestra de caridad desesperanzada, o tal vez Robert vio con fe, la imponente voluntad de Juana. Sea cual haya sido la razón, ese mismo día le otorgo a la campesina, un pequeña escolta para que la protegieran en su viaje a Chinon.
En febrero de 1429, habían iniciado su travesía, Juana y su modesta comitiva. Después de un peligroso viaje a través de Borgoña, habían llegado a un monasterio cercano a Chinon, en Saint-Catherine de Fierbois. Allí, se le ofreció una espada a Juana, para que pudiese protegerse. Sin embargo, en su lugar, la Doncella pidió que le desenterraran una espada, que estaba bajo el altar de una iglesia de la localidad. El asombro fue tan grande de las personas, que además de ser cierta la afirmación de Juana, resulto que esa espada habría pertenecido al mismísimo Carlos Martel, el gran protector de Francia. En ella, rezaban las palabras “Jhesus y María”, y en su mango, aun brillaba con humildad, el símbolo de Francia, la Flor de Lis. Esta espada seria adoptada como emblema, y su simbolismo puesto en lo que seria su sagrado estandarte. Ambos objetos, la acompañarían en todas sus campañas.
El Delfín, y su salvadora
Después de un largo viaje hasta Chinon, el Delfín accedió a recibir a Juana y su comitiva en el palacio. Si bien mostraba confianza por la buena reputación de Juana, aun se mostraba dudoso de su intenciones. Ordeno que se vistiera a un sirviente con las ropas reales, y el Delfín se escondió entre la gente que le esperaba en la corte.
Entrando Juana al castillo, la gente allí presente no pudieron evitar su curiosidad respecto a la campesina. ¿Quién era esta muchacha, para solicitar una audiencia con el propio heredero de Francia? Algunos de los cortesanos de palacio, empezaron a especular respecto a Juana, dudando y poniendo en duda las motivaciones de la Doncella. Sin embargo, Juana supo distinguir entre toda la multitud al Delfín, quien asombrado por este gesto, pidió hablar en privado con ella. Se aseguro de que estaba hablando con una autentica mensajera de Dios, por lo que ordeno una investigación sobre su semblanza. Lo único que encontraron respecto a Juana, era una existencia plena, un actuar noble de corazón, y la humildad que brinda esperanza a la humanidad, por un mundo mejor.
El propio Delfín ya no puso ocultar su admiración, por la mujer que tenia frente a él. En una humilde campesina, veía los rasgos y dones propios de una grandiosa libertadora, amparada por los mismos ángeles de Dios.
A fin de que tuviese el aspecto de una gran líder, el Delfín otorgo a Juana una armadura brillante, y un corcel esplendido, ambas posesiones dignas de una autentica heroína legendaria. Habiendo probado sus motivaciones como mensajera divina, solo restaba hacer realidad sus dichos. Para ello, Juana pidió permiso para acompañar al ejercito francés, que iba de camino hacia Orleans, una de las ciudades más importantes de Francia, que en ese entonces, estaba bajo asedio angloborgoñón, y a punto de sucumbir. Es aquí donde inicia la campaña del Loira.
La esperanza de Orleans
Cuando la comitiva francesa llego a la ciudad asediada, era poco alentador el panorama. El lugar había sufrido muchos ataques, y sus defensores apenas podían mantener las penosas defensas contra el poderoso embate ingles, liderado por lord Talbot, el conde de Shrewsbury.
Antes de caminarse a Orleans, Juana había profetizado al Delfín, que ella seria herida de gravedad en esa batalla. Aun con este presagio desfavorable, la Pucelle continuo con sus intenciones de levantar el asedio. El Delfín concedió una hueste de tropas a Juana, a fin de reforzar la asediada Orleans. Estos números, inferiores a los del ejercito que atacaba la ciudad, por si solos, no veían posibilidad de levantar el sitio. Una observación que seria puesta a prueba en unas horas más.
El ejercito que acompañaba el convoy de apoyo a Orleans, esta bajo el mando de Gilles de Rais, un barón veterano de la Guerra de sucesión bretona, que había sido enviado junto con Juana. Si bien este guerrero carecía del carácter austero de su compañera, el aura de bondad de la Pucelle le permitiría a Gilles, mantener y desarrollar la humanidad que aun le quedaba.
Otro personaje importante era Juan de Dunois, el también llamado “Bastardo de Orleans”. Este guerrero, era hijo ilegitimo de Luis de Valois, el duque de Orleans, el mismo que había usado los fondos de la corona de Francia, para aprovechar poder en la corte, así como para humillar tantas veces a Juan Sin Miedo, duque de Borgoña. Al morir su padre, Juan quedo al margen de la sucesión del ducado, en favor de su medio hermano Carlos. Cuando éste fue capturado en la Batalla de Agincourt, Juan de Dunois quedo como el único heredero del ducado de Orleans. Para asegurar apoyo en su ciudad, reafirmo su alianza con el rey Carlos VI, y el Delfín, bajo la facción de Armagnac. Si bien Juan dudaba de la veracidad del carácter divino de Juana, no fue hasta su llegada, que se convenció de que estaba en presencia de una heroína diferente.
El siguiente héroe de esta comitiva, era Etienne de Vignolles. Un guerrero de un origen tan humilde como Juana, aunque con un carácter más belicoso. Conforme fue ascendiendo en el ejercito francés, este guerrero fue tomando fama de invencible. Esto daría origen al famoso apodo con que ingleses le conocerían con gran temor: La Hire. Su fiereza en el combate, además de inspirar animo entre las tropas, le valieron el rol de escolta de la propia Juana, con quien también entablaría amistad.
El ultimo de nuestros héroes, es Juan II, el duque de Alençon. Este noble había tenido en su infancia un desafortunado encuentro militar con Inglaterra, en la batalla de Verneuil, donde fue capturado. Debió pagar un gigantesco rescate para costear su propia libertad, donde tuvo que entregar sus feudos y posesiones. Esto lo dejo en la miseria, al menos hasta 1429, donde al saber de las motivaciones de la Pucelle, organizaría una modesta tropa para apoyarla. Al conocerla, se forjaría también con ella una gran amistad. Los tiempos difíciles que le toco vivir, así como la compañía de una grandiosa persona, haría que su vida fuese igual de noble, cosa que le ganaría por parte de Juana, el apodo de “Le Beu duc”, el duque gentil.
Rompiendo el asedio
Al iniciar el combate, el ejercito francés quiso asegurar las posiciones cercanas al puente que llevaba a Orleans. Si bien el avance ingles se veía imparable, el liderazgo de Juana fue un factor que brindo un gran valor a los defensores franceses. En plena batalla, intentando tomar uno de los fuertes próximos a la ciudad, Juana acompaño a sus tropas en un asalto. La imagen de Juana guiando a sus tropas, infundio un coraje que nunca habían visto los soldados hasta ese entonces, como si el vigor les fuese renovado de golpe.
Sin embargo, el destino no dejaría impune la buena baza que disfrutaba el ejercito francés. Mientras los franceses estaban a punto de rechazar el ataque ingles, el disparo de una ballesta le clavo una flecha a Juana cerca del pecho, hiriéndola de gravedad.
Un desafortunado giro de acontecimientos, que además de cumplir la premonición dicha por La Pucelle, puso en peligro la moral del ejercito francés. Pudo haber acabado con su vida este infortunio, pero el destino quiso otra cosa. Mientras ponían a salvo a Juana, la batalla seguía en punto muerto, al menos hasta que volviese al combate, con las fuerzas suficientes para infundir valor a sus tropas. Como si hubiese sido socorrida por un poder divino, Juana se sobrepuso a sus heridas, y volvió a la batalla.
El regreso de Juana al combate, fue el empuje de valor que las tropas necesitaban para levantar finalmente el sitio a Orleans. Así fue como el ejercito francés ganaba la batalla. Orleans había sido liberada.
Al entrar en la ciudad, la población completa se volcó a las calles para aclamar a sus salvadores. La gente veía con admiración a la mujer que había guiado con tanta valentía a sus tropas, llevando la esperanza a toda la ciudad de Orleans. Fue un 8 de mayo de 1429, que toda Francia supo de la gesta lograda por Juana a las orillas del Loira. Ese día, el clamor de toda la gente eran dirigidos a una sola persona: La Doncella de Orleans.
Palabras al cierre del capitulo
La llegada de Juana de Arco a los campos de batalla, significo el vuelco a todo el acontecer de la guerra, en aquel entonces. El favor del combate, empezó a inclinarse hacia Francia, dando inicio a las campañas del Loira, que despojarían a Inglaterra de muchas tierras conquistadas hasta ese entonces.
Desde luego, el curso de los acontecimientos hizo que la población pudiese ver en la monarquía francesa, una credibilidad más férrea. Aun así, ello se vería empañado por las conspiraciones y los celos en la corte. Sin embargo, esto no seria contratiempo para que la Doncella de Orleans pudiese consagrarse como una hábil líder. Una cualidad que veremos en detalle, en el próximo capitulo.
Otro muy buen post, el uso de las ilustraciones sirve para darle otro toque a la lectura ¿han sacado PDFs cortos con estos textos y las ilustraciones con de material de apoyo gráfico, para distribuir digitalmente en colegios?