“Una cosa, es que una banda de soldados desesperados, entregue la poca esperanza que tiene, en los actos de una simple campesina. Otro escenario distinto, es que a esta misma joven, le entreguen a tan temprana edad, el mando del ejercito de una nación entera. Esta guerra le ha costado la vida a muchos de nuestros padres y abuelos, asegurándonos escasas victorias, contra un enemigo casi imposible de vencer. Rezo de corazón, que el triunfo de Orleans, no sea el ultimo que logremos, en una Francia devorada por años de guerra. A estas alturas de nuestras vidas, ya no queremos luchar por señores o damas insolentes, sino por Francia. Para mi, y quienes me siguen, Juana es Francia. Nunca habrá diferencia entre ambas.”
Saludos, mi querido publico. Hasta ahora, hemos podido disfrutar de muchos relatos asociados a la Guerra de los 100 años. El gusto de poder leer sus comentarios, agradeciendo el esfuerzo que dedico para su disfrute de esto artículos, es una motivación que impulsa a continuar con esta divertida y bella labor.
Como hemos podido ver hasta ahora, a Francia se le ponía feo el panorama, debido a las constantes disputas con Borgoña, y el imparable avance de las tropas inglesas, en sus tierras. Esto cambio totalmente con la llegada de Juana de Arco, pues el mensaje divino que portaba, asociado a la misión de expulsar a Inglaterra hasta el mar, era una sacra señal de que la guerra, cambiaria para mejor.
El día de hoy, veremos a nuestra protagonista encabezando la campaña del Loira. Además de infundir un poderoso impulso moral a todas las tropas que le seguían, también tenia gran talento para las tácticas militares. Un perfil admirable, para quien destaco en combate, al preferir portar su estandarte, antes que hacer uso de su espada.
La Batalla de Jargeau
Habiendo logrado una gran victoria en Orleans, aun se debía ser realista en términos de estrategia, pues Inglaterra y Borgoña aun tenían en su poder la mitad de Francia. Debido a las continuas discusiones en la corte real, gran parte de los planes de ofensiva planeados fueron retrasados hasta junio de 1429. En aquel entonces, gran parte de las tierras próximas al rio Loira, estaban en manos del ejercito angloborgoñón. En vez de esperar un posible avance enemigo, Juana se adelanto, y encabezo con sus tropas, una ofensiva de gran importancia estratégica. El primer objetivo de la limpieza del Loira, era Jargeau.
Por parte de Inglaterra, saldría al encuentro de los franceses Sir John Falstolf, un ingles veterano de varios enfrentamientos contra Francia, y que había sido escogido para gobernar muchos lugares conquistados, como Normandía y Paris.
Al llegar el ejercito francés a Jargeau, pusieron asedio a la localidad en el acto, junto con enviar una misiva a la guarnición inglesa, pidiendo por la rendición de la ciudad. Ante la negativa de los ingleses, Juana ordeno que iniciara el asedio contra los muros de Jargeau. Cabe destacar, que esta era la primera batalla, que comandaba Juana de Arco en su vida. Desde luego, como era de esperarse, fue una gran victoria para Francia, cosa que aseguro una posición valiosa sobre el Loira, debido al puente que poseía la localidad de Jargeau.
Batalla de Meung-sur-Loire
Tres días después del triunfo de Jargeau, Juana marcho hacia la localidad de Meung-su-Loire, lugar donde volvería a encabezar por segunda vez, el embate francés contra Inglaterra. En esta ocasión, el vigor de las tropas de Francia, amparados por la inspiración que les daba la Doncella de Orleans, logro conquistar las fortificaciones del lugar, en tan solo un día. Habiendo tomado Meung-sur-Loire, Juana de Arco tenia control sobre casi todos los puentes que estaban sobre el rio Loira, asegurando de paso, una ventaja logística contra Inglaterra.
Batalla de Beaugency
El próximo destino de La Pucelle, era la localidad de Beaugency, la cual tenia el único puente que cruzaba el Loria, que aún estaba bajo control ingles. Al día siguiente de su triunfo en Meung-sur-Loire, Juana se encamino a Beaugency, lugar al que puso asedio con rapidez, con la intención de rendir a sus defensores ingleses por desgaste.
Si bien poco era el progreso que se lograba las primeras horas, llegaron a oídos del ejercito francés, que una hueste francesa, encabezada por Arturo III, el Condestable de Richemont, estaba en camino para apoyar al asedio. Si bien las razones del comandante eran honorables con la corona, antes sus acciones estaban en entredicho, por las cuestionables acciones que, entre otras cosas, incluían el asociarse con los ingleses, en contra de la casa de Armagnac. Desde luego, la Pucelle prefirió mirar las intenciones de ayudar de Arturo, en lugar de su pasado, en función del escenario que les tocaba enfrentar. Un gesto de amistad, que más tarde le generaría complicaciones entre la corte del Delfín.
A medida que el asalto progresaba a favor de Francia, los defensores ingleses de Beaugency, empezaban a tambalear. Sin embargo, llego a oídos de ambos ejércitos, que un destacamento ingles, al mando de Sir John Fastolf, se acercaba para levantar el sitio. Juana se dispuso a reorganizar sus tropas, a fin de enfrentar de mejor forma la batalla que se avecinaba.
Batalla de Patay
Esta fase de la campaña del Loira, seria una de las más decisivas de la guerra de los 100 años. La ofensiva inglesa, estaba compuesta en su mayoría por los famosos y mortíferos arqueros galeses, los mismos que habían diezmado los ejércitos franceses, por casi 90 años de guerra. Sin embargo, eso cambio al estar Juana de Arco al frente de las tropas de Francia.
Como si se tratase del mayor de los horrores, el ejercito ingles, tres veces superior en numero al francés, se enfrentaba a una atroz carga de los poderosos caballeros de Francia, que iba de frente contra ellos. La violencia del embate hecho por los jinetes franceses, aplasto por completo a las tropas inglesas, que siempre se habían enorgullecido de ser invencibles en campo abierto. Este asombroso hecho logrado por las tropas de Francia, encabezadas por La Pucelle, logro en Patay, destruir el mito de la invulnerabilidad británica. Ahora, las tropas francesas sabían que era posible ganar, siempre que fuesen hábiles y audaces en combate.
Las tropas inglesas eran realmente mortíferas, que se reflejaba en el éxito de sus campañas en gran parte de la historia de Europa, por a la puntería y velocidad de sus arqueros. Era la gran destreza de los temidos arqueros galeses, la que se había cobrado la vida de gran parte de los caballeros franceses en la guerra de los 100 años. En Europa, no había ningún reino, ducado, o facción, que diera un uso tan grande en sus ejércitos, como Inglaterra con sus famosos Longbowmen. Desde luego, esta dependencia excesiva de los arqueros, también era un punto débil. El entrenamiento de esta tropa era muy lenta, a fin de garantizar una calidad excepcional en el combate. Si lo llevamos a una cifra grande de tropas, nos hace inferir lo devastador que podía ser para un ejercito ingles, perder tantos arqueros en combate.
El desenlace de Patay, seria recordado como el combate que definiría el cambio de vientos, en favor de Francia. Inglaterra nunca se recuperaría de este desastre, que más tarde se recordaría como el “Agincourt francés”, recordando el vuelco inesperado a un destino funesto.
La Coronación
La liberación del Loira por parte de Juana de Arco, dio esperanzas de triunfo a toda Francia. Gran parte de las personas que antaño se rehusaban a pelear por nobles pomposos, ahora se enlistaban en el ejercito para luchar por la causa, que ahora tomaría un enfoque más patriótico, por las acciones de la Doncella de Orleans. Si bien el favor militar empezaba a engrosar las filas francesas, aun quedaba un asunto pendiente. Debian abrir camino hasta Reims, para por fin coronar al Delfín, como el legitimo monarca de Francia.
A través de una serie de campañas exitosas en la region del Marne, Juana logro liberar las ciudades tomadas por las tropas inglesas y borgoñonas, cosa que tendría su punto más solemne, al liberar la propia Reims. Esta ciudad, era la sede religiosa donde los monarcas de Francia, tradicionalmente, ascendían al trono de la nación. Fue un 17 de julio de 1429, cuando Juana logro que el Delfín se levantara convertido en Carlos VII, después de casi 10 años viviendo al margen de la herencia real.
Palabras al cierre del capitulo
Las campañas de Juana de Arco, a lo largo del Loira, supusieron el cambio que tanto esperaba Francia para su suerte en la guerra. No solo ganaron territorios valiosos, también encontraron en La Pucelle, a la líder que tanto hacia falta para el ejercito.
Las brillantes destrezas militares de la Doncella de Orleans, lograron en menos de un año, más triunfos que cualquier otro periodo de la guerra, en favor de Francia. Desde luego, la fama de Juana entre el pueblo, despertó los celos entre la corte del ahora monarca Carlos VII. Estas turbias artimañas que se estaban preparando desde los rincones más oscuros de la monarquía, terminarían por costarle caro a nuestra heroína, al encaminar sus tropas a su siguiente objetivo: Paris