Hola amigos, y amigas nos han llegado muchos cuentos, narrativas breves y experimentos literarios. Así que antes de cualquier cosa, gracias desviantes hermosos, amigos y también aquellos que recién se han integrado a nuestra comunidad. Sepan que aunque no nos estemos viendo, nos estamos queriendo.
Algunos venían con seudónimos, otros no, pero los pondré bajo el nombre que salía en el mail. Aunque muchos cuentos se pasaban de las 100 palabras, por esta vez lo pusimos igual.
Gracias nuevamente, si es que no encuentra su cuento y lo mandó en la fecha, me escribe y lo subimos.
A continuación, sin edición alguna, vuestros cuentos:
Francisco Fraga
Al activarse la alarma, todo el personal reaccionó. “Equipo 8 repórtese” sonó por el altavoz. “Llego mi hora” pensó el agente v-3. La misión era sencilla, contener un brote abismal, misma misión que había terminado con muchos de sus camaradas y el lo sabía, tuvo suerte de salir con vida la ultima vez. Pero eso lo cambio, ahora se cuestionaba cosas. ¿Debía hacerlo? ¿Estaba autorizado siquiera para pensar? Ciertamente no se lo informaría a nadie, temía la respuesta, por lo que se limitó a seguir al resto del equipo, esperando tener suerte para seguir con vida y volver.
Felipe Mellado
“Recuerdo la bondad pura con la que, mi querido Inquisidor, me bendijo en el Devolus. Yo era el único que sobrevivió, el único ser en este mundo que podía hacer la misión como la que se me encomendó, dando mi vida por ello. Mi Inquisidor, si es por tu mano que he de morir por ser fiel al abismo, lo acepto.
Yaciendo en el suelo, cubierto con mi propia sangre ya bendita por el abismo, con los últimos momentos de mi mente corrupta, mirándolo a los ojos, solo puedo repetir nuevamente mis últimas palabras, hasta creerme que esto es cierto.”
Mauricio Provoste
El abrazo
Cierro mis ojos, asimila y dime que sientes, Madre.
La célula responde al desorden. Reconócela mientras intenta recorrernos bajo nuestra vigilancia. ¿Hay mejor control que hacerla nuestra? Hazla creer que invade por deseo y aliméntala de poder, antes que la Máquina la abrace.
La raíz fue detectada. Un mal experimento humano, creación basada en el odio a lo desviante y al miedo a la paz en el orden.
No hay desorden si no es desconocido y si reconoce que tenemos un sentido en común, inocular y crecer. Mantengámosla latente, quizás pueda servirnos como nuevo órgano de la corporación, uno continental.
Diluvio Seco
Un atardecer rosa.
Hay que mirar hacia atrás y ver las cosas con otra mirada. John Coltrane
La escuela de música ha sido una de las mejores cosas en las que ha trabajado en su vida, sobre todo por los resultados que ha visto últimamente. No por nada tiene esa calva reluciente y ese saxo feliz. La escuela brilla al atardecer con desviantes que sienten que no tienen oportunidad en esta vida, pero se equivocan. Existen alumnos prometedores…como Ariel Pink, tiene el poder de sanar heridas con su voz, el mismo me sanó una vez cuando nos atacaron unos acracia porque les quitamos su lugar de ensayo. Ariel va a fabricar un pasado perfecto en una nota, una quimera melancólica, inalcanzable, viva…
Mauricio Campos Noemi
El Defecto
Mi defecto: Sobreanalizar y cuestionar todo, un mal habito para un V-3.
Situación: En un infierno del abismo siendo devorado por un muro de tentáculos.
¿Dónde estoy exactamente? ACCESO DENEGADO, CONFIDENCIAL
¿Voy a morir? DENEGADO.
Prescindible…
Escuadrón: Siendo devorados por escaladores, agente San Patricio por su cuenta, no necesita ayuda.
¿Quién pone a cargo una mujer tan impulsiva?
Deja de cuestionar y coge tu explosivo antes que te consuman.
No alcanzo…
Una infante rubia me encuentra, ¿Quimera? Ella intenta liberarme ¿Compasión?
No, no importa, demasiado tarde.
Alcanzo mi explosivo…
Activado.
-Vete niña… gracias.
“Compasión”, hermosa palabra.
Demasiado tarde.
Deber cumplido.
Steve Rayhard
Cuento 1: Preservar el Orden
Estando al servicio de uno de los grandes, vi muchas cosas, pero esta es lejos la peor. Para iniciar a La Máquina era necesario un desviante de gran poder, mas no era cosa fácil de conseguir, al menos no hasta el momento. Mi amo encontró en la esposa de su amigo el poder necesario para despertar a La Máquina, y aunque nuestras vidas están al servicio de la Corporación, mi amo decía que Marchen se sentía muy aferrado a ella, que sus necesidades emocionales le impedían tomar la decisión correcta y que tal vez, una traición cercana podría ayudarle.
Cuento 2: Ilusiones
Las jornadas al servicio de la Corporación me tienen agotado, Camus dice que una mejora mecánica podría cambiar eso, pero no, aun soy lo suficientemente humano para negarme a eso, aunque a veces lo olvide. Por suerte tengo a Ammita, cuando estoy con ella aun siento amor, deseo, calor. Todos los días, después de trabajar con fríos robots, una noche en su compañía es todo lo que necesito, por eso debe estar conmigo, debo mantenerla a mi lado cueste lo que cueste, ella me hace llevaderos los días. Debo tener cuidado, veo muchos ojos sobre ella y eso me inquieta.
Cuento 3: Un mundo estéril
La Máquina es el más grande proyecto que tenemos, pero Marchen es muy ciego para verlo. Debe haber alguna forma de avanzar, quizá si el mismo se diera cuenta de que es realmente importante, pero esa mujer lo tiene atrapado…
Tal vez, si, puede ser. Tal vez eso sea necesario, sería lo mejor para todos: el proyecto se completaría y Marchen se enfocaría en cumplir con la Corporación, quizá, incluso Marchen podría dejar de ser un impedimento para mis avances. Muy bien, pero quien, quien sería lo suficientemente poderoso para derrotar a Marchen y lo suficientemente cercano para ayudarlo… Lázaro.
Marcelo Sebastián Jiménez Echaiz
Adimencional, el eco de Morten
Una silueta va sigilosa en una copiosa lluvia. Uno de esos focos con tintineo camino a fenecer logra dar con el rostro. Erick, supuesto campeón de Quimera. Su rostro pasó al… ¿miedo? . Es acechado, no de las sombras, algo adimensional. Concentró su voluntad para liberarla de golpe en todas direcciones. – Una brisa, ¿así se saluda en esta época? mi turno. Aquello de forma incomprendida conecta un golpe al pecho del desafortunado joven, no era voluntad, tampoco entropía, sentía como cada átomo en su cuerpo se descomponia… Era antimateria. Luego, todo fue oscuridad, frío y soledad, era Morten, la facción perdida.
Pablo Llanos
Duelo
Desconozco quien sería tan valiente o quizás debería decir tan necio en retarme. Hoy llego un mensaje a mis manos, dentro de todas las palabras de amenaza solo leí una cosa que me importaba: “medianoche en el edificio más alto de la ciudad”. No sé cómo me encontró ni que querrá de mí, pero ya he vivido estas situaciones antes y mi honor no me permite ignorar un duelo. Aquí estoy, esperando, a lo lejos veo una silueta oscura, reptando la noche, no tengo miedo, nunca lo he sentido, mi nombre es Takeshi y esta noche mi espada hablara por mí.
Gabriel Curamil Ortega
Chillido Tormentoso
Amentia, una desviante Quimera paseaba con su esposo y su hija recién nacida por un parque de La Pintana.
Gentío alborotado. Un grito agónico a su costado le hizo notar la presencia de un Demoledor.
¡Amor, corre! –dijo Amentia, exterminando a la criatura con un círculo mágico. Cuando se giró, su esposo tenía un aguijón en su pecho, transformándose inmediatamente en un monstruo. El coche estaba vacío, y al fondo, Mariposa cargaba al bebé.
Entre lágrimas desvaneció a su monstruoso esposo con su magia, pero para entonces, Mariposa ya se había esfumado con su cría.
El viajero y su sombra
Siglo XIX. Un filósofo escribía una de sus últimas obras antes de alcanzar la decadencia de la locura.
¿No eres demasiado duro contigo mismo, Friedrich? –preguntó su sombra.
Duro como el diamante, a prueba de martillazos –respondió el filósofo.
¿Y qué ha de pasar con los débiles? –preguntó su sombra.
Han de morir, y se les debe ayudar a hacerlo –respondió el filósofo.
¿Y si observan demasiado el abismo? –preguntó una última vez su sombra.
Que se cuiden de que el abismo no penetre en su interior –dijo el filósofo.
El Abismo… -dijo Moloch.
Los Niños de la Tumba
Cuatro hombres reunieron sus instrumentos musicales a fines de los 70’s. Terror, guerra y religión fueron sus tópicos líricos. Por entonces no hubo facción que supiera interpretar la obviedad de sus mensajes. ¡Satánicos! –Gritaban los fanáticos religiosos de Corporación, expulsándolos de sus pueblos. Acracia recién conocía el Punk y a Quimera le asustaba el ruido.
Pero Abismales, incultos por entonces, dedicaron ridículos rituales sin entenderlo nada…
‘’Muéstrenle al mundo que el amor aún vive, deben ser valientes. O ustedes niños del hoy son niños de la tumba’’. Solo hoy le hallaríamos sentido a sus palabras.
Fabián “Slap” Vega
Soldado Leal
Un cielo naranjo despide al sol y Orlando mira su reloj, impaciente. “¿tienes planes?”. “las aves planean. Yo actúo” el Punky da media vuelta descargando una patada que es esquivada. La manga de su asaltante se desgarra mientras su mano mecánica se torna en un arma. Dispara. Su derecha ensangrentada sujeta por el codo al agente para evitar un segundo intento. Su izquierda se abre atrapando la cara del rival. Concentra su voluntad y descarga un rayo caótico que destroza los circuitos del Cyborg. Será una larga noche. La máquina los está cazando.
Alvaro Lopez Vasquez
Hawkline
Ya pasa de medianoche, la llamada hora de las brujas, para mí es la hora del cazador.
El frío y la lluvia calan los huesos, pero debo ser paciente, en cualquier momento debe aparecer.
Intento relajarme lo más posible, enciendo el viejo Walkman.
Lo veo moverse allá abajo, el hambre lo arrastra a buscar una víctima.
Tenso la cuerda del arco, mientras afino la puntería, un solo disparo, no necesito más.
Se detiene, es ahora o nunca. Suelto la flecha y el destino de la bestia del caos queda sellado.
Vuelvo a fundirme en las sombras, hasta la próxima cacería.
Ricardo Arredondo Zavala AKA Dr.Bloodie
Duelo Furtivo
Su forma física era la menos apta para el sigilo, pero la magnitud de su presa le exigía adoptar estrategias a las que no estaba acostumbrado. contuvo el hedor de su entropía lo mas que pudo y se adentró por los callejones cercanos a su victima. Sabía que tendría solo una oportunidad de atacar con ventaja.
Cuando el cazador se fundió en las sombras, el perseguido tomó su Daisho y se preparó para combatir, diciendo en voz alta y firme: Mi nombre es Eric. ¡Dime el tuyo!
No hubo mas respuesta que un rugido y un ataque desde su espalda.
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Guerra Biológica
La reunión del directorio estaba marcada por el nerviosismo. Cualquier error del Centro de Investigaciones Kammil podría causar que incluso las cabezas menos prescindibles para la Maquina rodasen. Todos estaban expectantes ante la respuesta de las pruebas de campo que se estaban desarrollando en Oriente hasta que finalmente el monitor del salón de reuniones acusó una transmisión con ubicación clasificada. La voz de Tomoshi se escuchaba para dirigirse a los responsables de las instalaciones con un breve mensaje:
“Pruebas del arma biológica exitosas. La cepa COVID-19 será liberada en oriente y comenzaremos el secuestro económico mundial. Gloria a la Maquina.”
Hoodie
I- Nuevas Órdenes
La noche se acercaba. Había sido llamada por mi compañero para recibir nuevas órdenes, pero aún no había noticias sobre mi nueva misión. Siento que alguien se acerca a mí.
-Me alegro de verte, Helga.
Era otro agente libre como yo, llamado Aldrich. Los dos habíamos trabajado juntos durante años, aunque siempre me pareció que era un tipo extraño.
-¿Cuáles son nuestras nuevas órdenes?
-Sobre eso… Los altos sospechan de la presencia de criaturas abismales en el alcantarillado de la ciudad. Nuestra misión es confirmar sus sospechas.
-¿Abismales? ¿Cuántas tropas tenemos a nuestra disposición?
-Cinco modelos V-3.
-…Maravilloso. Simplemente maravilloso.
II- Emboscada
El olor era insoportable. Era mi primera vez explorando las cloacas y ya deseaba que también fuera la última. A mi compañero parecía no importarle, debe ser por esa mascara que siempre lleva puesta.
Ya estábamos acercándonos a una de las estaciones de servicio cuando siento algo siniestro cerca de nosotros:
-Con cuidado – le advierto a mi compañero – Algo se acerca.
-Lo sé – me responde.
En ese momento, una grotesca criatura, más similar a una sanguijuela que a un desviante, aparece frente a mí. Mi compañero y yo observamos a la bestia mientras devora a nuestras tropas.
Aldrich se ríe.
III- Traición
Comienzo a entender lo que estaba sucediendo. Normalmente, recibía órdenes directamente de nuestros superiores, pero en esta ocasión mi compañero fue quien lo hizo. Al parecer Aldrich había planeado esto desde un comienzo.
Cuando la bestia termina su festín, Aldrich se acerca a ella y la felicita, acariciándola como si fuera un perro.
-¿Qué piensas hacer ahora, traidor? – digo un poco atemorizada.
-Te he observado por años, Helga. Tienes gran potencial, puedo sentir la oscuridad dentro de ti. Nuestro culto te extiende su mano.
Creo que no tengo otra opción si deseo vivir. Tomo su mano y sello mi destino.
Nicolás Quezada Conti
Cicerone
La casa estaba decorada con símbolos religiosos de diversas culturas. Era posible apreciar cuadro de Ganesha junto a un Ankh, un hexagrama unicursal, un Cristo y dos ángeles al lado de Buda, apestaba a santería. Cicerone leía colecciones de poemas, su única pasión aparte de su oficio. En la tarde no agendó consultantes, algo inusual, sobretodo en estos tiempos. El olor de los inciensos impregnaba la habitación, servía para enfocar su Voluntad. Cierra el libro, camina lentamente y abre la puerta: “Me manda…”, “Lo sé. Pasa…” Comprendió la falta de consultantes. Hoy tocaba acompañar un Despertar.
Matias Contreras
En un hospital de la gran ciudad un doctor toma un descanso luego de sus últimas operaciones.
Se sienta en su escritorio y empieza a revisar el papeleo, quiere que todo esté perfectamente ordenado cuando vengan a buscarlos.
El primer caso, un soldado con un brazo mecánico. Balas atravesaron la armadura exterior y la capa metálica y llegaron a lo que quedaba de carne.
Los rebeldes tienen mejores juguetes – pensó – deberán encontrar quien los abastece si no quieren que nuestras fuerzas sufran.
Ya hizo su parte reparándolo, este trabajo ya no le importaba. El segundo, un civil con aparentes quemaduras químicas.
Está escuchando la bestia, lo llevaran a un lugar más controlado – pensó mientras corría el archivo, no le interesaban poderes inhumanos.
El tercero, un joven normal a simple viste. Aparentemente golpeado por un rayo.
Tú te quedas conmigo – dijo en voz baja – dime tus secretos pequeño. ¿Cómo te golpeo un rayo… desde dentro?
Los demás doctores dicen que fue mala suerte, pero yo lo veo, eres parte de ellos ¿no? Quiero saber cómo funcionan, como es su so llamada evolución. –Se dice mientras se aprieta el pecho- díganme como mejorar la Raza humana sin maquinas… y luego mejoremos eso con mejores máquinas.
Rodrigo Pérez Zamora
Historia uno
-Susurro Anónimo:
– ¿Qué piensas de Sombra?
-Sartre:
-Es la conciencia arrojada al mundo por excelencia, jamás lo he visto cargar con la tentación de la irresponsabilidad, sus actos son la voluntad haciéndose a sí misma.
A pesar de que su misión pareciera ser una, no cae en la coseidad ergo mantiene su autarquía espiritual, mantiene nuestro nombre el de Acracia como él en todas partes.
Incluso con luz hay sombra, de noche hay sombra y si no hay sombra, no hay nada.
Así que ahora asqueroso Abismal que me acechas, morirás por su ninjato aquí o en cualquier lugar.
Historia dos
Las notas pueden ser gélidas o tórridas, pero todas son expresiones del mismo ente y del devenir de este, una vibración a través del universo con un propósito, expresar la voluntad de manera clara y en un lenguaje universal.
Instrumento y desviante, un solo transmisor en la misma tonalidad, un acorde de la voluntad sobre la materia al compás de tu virtud.
Si comprendes esto sabrás que la música no es solo vida en tu mundo, sino que el universo tiene su propia canción interpretada por su inconmensurable orquesta.
Palabras de unicornio azul del plano de Lira a Temple Azul.
Natalia Moreno
Gato Negro
En la noche todos los gatos son negros, y nadie presta atención a los gatos negros. La soledad ayuda a que las voces corran por los pasillos, voces que no todos escuchan, pero este niño es todo oídos y poner un poco de atención es un riesgo que está dispuesto a correr por la Acracia. Bits, gruñidos, y un murmullo de electricidad que le da escalofríos; por ahora es sólo un susurro de lo que viene, pero si está en sus manos esas tuercas y latas se quedarán donde están.
Oídos corta la comunicación. La máquina se mueve.
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(Somos uno, somos todo; seguimos la misma regla, pero la maquina sigue nuestras órdenes. Y nadie deja a la máquina)
Tuerca suelta
Nada parecía real: todo a su alrededor había tomado un matiz de ciencia ficción. Cuando Vicente les liberó Joséphine no entendía nada. Llevaba meses sin entender qué es lo que estaba pasando, en qué clase de pesadilla había caído.
Pero esos días de disociación, en que sentía que su vida ya no era suya si no que pertenecía a una entidad mayor que ella, eran cada vez menos frecuentes. Ahora que podía ver a su alrededor notaba los rastros como un ruido de tuercas cayendo sobre techos y soñaba con hacerles pagar el abrirle los ojos a una realidad así.
Guillermo Cisternas
El gato y el ratón
La entropía se juntó alrededor del pecho de Solomón y lo obligó abrir el enorme ojo que allí se encontraba. Como una raíz que se extendía, la conciencia retornaba a cada parte de su cuerpo, lenta y dolorosamente. Abrasado, explotado, carbonizado. Una y otra vez. Para ser Quimera, esa mujer era bastante sádica. Había algunos que se tomaba las cosas demasiado personales. Pero ya tendría varias oportunidades de encontrarla otra vez. Y sólo necesitaba que ella se equivocara en una ocasión. Algo horrible, que era su versión de una sonrisa se le formó en el rostro.
Sobreviviente
V3 fallido calculó 98,4% de posibilidad de fracaso. La superioridad numérica poco importaba frente a los gemelos Acracia. Retrocedió tres pasos de sus compañeros que defendían usando la empatía y cuando los primeros cayeron analizó sus piezas mecánicas, buscando las que quedaban en buen estado. En base a eso definió dónde debía recibir los golpes al pelear. En la confusión de la destrucción de la fábrica, V3 fallido intercambió piezas dañadas y número de serie. Puede que hayan robado sus recuerdos y emociones, pero cuando llegase la hora en que la Corporación y el resto de facciones cayeran, el seguiría allí, en pie.
Eric, el rojo
Se dejó caer en el sillón como si pesara una tonelada y se quedó ahí, desparramado. En días así sentía que no importaba tanto si la Corporación llegaba a dominar el mundo. Que los paren los salvajes de la Acracia. Támara. Lo que de verdad le gustaría es tomar su viejo Ford rojo y llevarla a una playa olvidada, donde no llegaran ni las facciones. Pasos. Dos voluntades, fuertes y limpias, se acercaban. Luz y orden. A veces algunos Quimera se acercaban a pedirle consejos. A él. Ni que fuera Lázaro. Aunque quizá era por descarte. La otra opción era Mykhaltso y ese tipo más que hablar gruñía. Y fumaba. Siempre. Hasta en lugares cerrados. Aunque tuviese compañía.
– ¡Tío Eric, tío Eric, soy la Symbroska! ¡Venga a ver lo que le enseñé al Abiah!
Los niños. No frente a los niños. Se incorporó de un salto, se arregló el pelo, sacudió su abrigo y ordenó su rostro para que mostrara la sonrisa más angelical posible.
Despertar
Era pasado la medianoche cuando la alarma sonó, luces rojas se encendieron por todos lados, esa fue la señal de que debía huir del lugar, no sin antes extraer el pendrive del servidor; meses atrás mis superiores me encomendaron infiltrarme en un complejo de oficinas y bodegas pertenecientes a la corporación para extraer información; mi cualidad de “no desviante” y mis conocimientos, me hacían idóneo para la tarea, podía ingresar a la zona como un trabajador cualquiera y ejecutar mi misión. Extraje un dispositivo explosivo que tenía preparado de antemano y lo arroje a la sala de los servidores, el artefacto detonó e inicie mi huida.
Pude sentir a mis perseguidores acercarse, no era necesario ningún poder desviante para hacerlo, sus pasos se podían oír a varios metros de distancia.
El sonido del disparo de un blaster se propagó por el aire impactando mi lado izquierdo, el dolor fue agudo y punzante, pero debía seguir corriendo, no faltaba mucho para poder escapar de ese lugar.
De pronto un Coloso bloqueo mi única vía de escape, la máquina era lenta pero lo suficiente masiva para detener mi huida, ahí fue cuando me percate del estado de mi herida, había perdido mi mano y solo quedaba el hueso, al voltear cinco agentes me apuntaban; arrinconado y apunto de morir llegó a mi mente una voz:
“Cuando un animal es arrinconado, es cuando lucha más desesperadamente”
Esa voz hizo que algo germinara en mi interior, flamas color verde comenzaron a surgir por todo mi cuerpo, imbuido por este poder, instintivamente arremetí contra mis perseguidores y utilizando mi hueso a modo de estoque, uno a uno fueron cayendo.
Estando en el suelo herido y apunto de morir sentí que me alzaron, era el Inquisidor y otras palabras llegaron a mi mente:
“adaptate o muere”
Marcelo Divanni Delano
Una tenue silueta se movía lentamente entre las tumbas mientras susurraba algo para si mismo…un pensamiento recorria su mente como el brillo de una daga a la luz de la luna,su cuerpo se movia de tal manera que parecia que casi bailaba con cada paso que daba…escucho un grito ahogado a lo lejos,pájaros resuenan atraves del aire y con ladridos de canes comienza la oscura cacería ,densas nubes como pensamientos ocultos penso al dar un profundo respiro, disfruto del silencio, ese que conoce la soledad, a lo lejos,brilla la ciudad,como si fuera un demonio que no descansa,esperando el mañana, almas desdichadas entregadas a su suerte…jóvenes desafiantes que salen a probar su valía como desviantes…aquellos que no buscan ver, pero si sentir…entre sus manos la sangre del enemigo…cuando comprenderán que
Es mejor aprender una gran y dolorosa lección que muchas que te vayan dejando vacío por dentro, odiándote a ti mismo y culpando a este mundo…en mis momentos mas terribles entre cráneos y cuerpos desgarrados solo viene a mi aquello que suelo susurrarle a mi alma en estas interminables noches…
Todo lo que se cree perdido, lo esta,
Lo que creemos que es esperanza no existe,
Por que este mundo solo conoce la crueldad y el desamor…
se detuvo pausadamente incorporándose con rostro serio observando la ciudad, desde la desolada cima del mausoleo…mientras los hijos de la noche…clamaban en sus actos y marcaban en sus cuerpos la llamada del abismo…
José Antonio Guridi
El espía
Era el trigésimo sexto día que la observaba. A estas alturas, ya sabía cuántas rayas tenía su polera, la cantidad de gatos que la rodeaban y el promedio de pestañeos por hora. Sabía que Anita lo había notado y, sabía también, que lo toleraba y, quizás, esperaba el día que abandonara su escondite y saliera a su encuentro. Kareo sabía que eso era imposible. Su control del caos era capaz de ocultar su presencia y mimetizarlo con las paredes de la ciudad, como Comodín le había enseñado, pero nunca se atrevería a acercarse y confesarle que le gustaba.
Una explosión precisa
Piroska dio vuelta la esquina y se escondió. Se había equivocado al pensar que podría destruir veinte robots de la Corporación por si sola. Estaba cansada y su voluntad estaba flaqueando. En la calle había restos humeantes de doce robots, pero podía escuchar los pasos del resto, implacables, que venían a llenarla de plomo. Respiró y revisó cuántas balas le quedaban… cinco. Tendría que bastar, podría llevarse a cuatro y les quitaría el placer de matarla. Un fuerte viento la lanzó contra la pared mientras veía cómo los robots volaban en pedazos y sonrió mientras escuchaba la risa de Fly-T.
Joaquín Riquelme
Dispara, recarga, eran lo único que su cableado cerebro procesaba, como V-3 tenia un solo objetivo, llevarse a todos los enemigos a la muerte antes de caer. La metralla destrozaba a la horda en un esfuerzo por ganar tiempo, las criaturas seguían acorralándolo a través de la mansión abandonada, oía disparos afuera, un fuerte estruendo se oyó seguido de una explosión en la habitación de al lado, el tanque disparó, el pensar que morirían peleando dándoles con todo le provoco una sonrisa ¿Era posible para el sentir eso? ¿Le estaba fallando la programación? Subió las escaleras y lanzo una granada, el fuego hizo retorcer de dolor a los seres de pesadilla. Sube, tenia que llegar arriba, sabia que no habría rescate o escape ¿Así termina? Llego al tejado y sello la puerta con una de sus armas sin munición, ya no se oían disparos en ningún lado ¿Murieron todos? ¿Abandonado? La puerta empezó a ser empujada violentamente, ya solo quedaban 9 balas y un pensamiento: Sigue peleando, sigue peleando.
Francisco García Solís
Otro intento…
Todo ya estaba preparado, un sudor frío recorría a todos, tantos años de búsqueda y pruebas de ensayo y error culminaban acá. El Templar, como se hacía llamar, había sido tajante: ni siquiera el Inquisidor sabría de esto. Sólo 2 miembros del Consejo estaban al frente.
De repente, se abre un portal, muchos hay hacia el Abismo, mas no como éste: capaz de llamar otros seres de voluntad del Caos, pero son sutiles, arteros, manipuladores, más peligrosos. El Templar sonríe siniestramente, Petrov podría ser prescindible….si no estuviera ahí presente, escuchando y observando todo….con ira vengativa..
Fourty Six And Two
Le gustaba perderse en las letras ambiguas de Tool, lleno de matemática precisión musical. Muchos consideraban que eran presumidos, otros unos genios, a ella le daba igual. Poner esas melodías la conectaban a otros mundos, cómo lo que hizo aquel día Abuela, en una visión más nítida que la realidad, mostrando su presente….¿Y su futuro?. No. El futuro siempre está escribiéndose con el presente. Miró la hora de su reloj Casio antiguo. Sí, habían digitales, pero ella era de gustos “retro”. “No debo demorar”, pensó, “o si no perderé el paradero de Black Hound”. Y fue a su destino.
Un instante atrapado
Dicen que siempre hay que darle a la gente un “héroe”, alguien con lo que puedan identificarse, para que no sepan que la nueva agenda está corriendo. Al parecer La Máquina tiene prisa, debe estar el Avatar detrás de todo, según lo que infieren algunas de mis fuentes. Un viejo contacto corporativo me confirma que han decidido reactivar proyectos secretos peligrosos, pero usando chivos expiatorios actualmente presentes. ¿Quién se daría cuenta?. La mente humana es muy fácil de moldear si sabes la forma sutil de hacerlo. Debo irme, la Acracia espera lo que yo sé.
Druveid
Los desertores viajaban sobre el Nilo. Sin saberlo, era su último descanso antes de afrontar su peor campaña asediando al Abismo.
– ¡7 Trenes! – exclamó con confianza el más joven y el único irlandés
– Imposible – replicó el ex coronel levantando el cacho
Consternado al ver como los dados se acercaban peligrosamente al resultado, tuvo que tragarse la palabra “tramposo”. Eran atacados por piratas.
Tras perder la concentración y correr a sus posiciones de combate, de inmediato algunos dados desaparecieron, otros revelaron sus verdaderas caras e incluso hubo uno que se paró y caminó de vuelta al bolsillo de su amo.
Druveid
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Pulgar contra índice y entonces repito con mi otra mano. Ambas no me pertenecen, pero siento a través de ellas. Las extiendo y las observo. Son como recordaba: duras, entonces puedo ver los surcos de mis dígitos, incluso podría observar rastros de polvo entre los canales. No uso un implante para ello, solo necesito el deseo de verlo…
Si lo quisiera podría tener otro brazo o medir cientos de metros, mas no tiene valor en este espacio infinito. Necesito acostumbrar a mi cerebro de que este no es mi cuerpo. Que las leyes físicas no me atan en La Red.
Druveid
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Comienza como un murmullo, un silbido en el viento. Solo que estas en cama y no hay viento afuera. Ni siquiera abres los ojos, debe ser tu mente reparándose tras un pésimo día. Luego te detienes y observas perplejo la nada.
¿En qué pensabas?
Te lo preguntas y es que fue… un instante fugaz en el hilo de tus propias ideas. Más tarde tus dedos siguen un compás silencioso y ves sombras con el rabillo del ojo. Estas perdido, pero no alarmado. Sientes la sangre y dejas de buscar…
Oíste el llamado
Hallaste tu Lugar
Te han aceptado.
Druveid
Felipe Henríquez
Hace dos días, los soldados V-3 habían luchado ferozmente. Pero ahora trabajaban en los tornos y cintas de la refinería, con una obediencia y calma que le ponía los pelos de punta.
“¿No crees que están tratando de engañarnos?” Le preguntó a su maestro.
El maestro no le respondió. En vez, llamó a uno de los soldados con un gesto de manos.
“Ya no pueden engañar, o mentir.” Dijo al fin el maestro, indicándole todos los implantes en la cabeza del soldado V-3. “Vendieron su humanidad para ser herramientas, y en herramientas los convirtieron.”
“Contra eso luchamos.”
Habían evacuado el tren, pero él estaba atrapado en una de las compuertas. Podía ver como la criatura que salió del túnel se acercaba. Ya había destrozado a los guardias que intentaron sacarlo, sangre y jirones de tela esparcidos sobre su escamosa piel verde. Había visto algo así en un noticiero, hace meses, pero no había creído entonces.
Súbitamente, una explosión de luz bañó el túnel por completo. La criatura se dio vuelta a la vez que una enorme cosa de metal aparecía. Desde la compuerta podía ver claramente el emblema rojo brillando en su cuerpo cromado. Venía a salvarlo.
Hace semanas que no podía concentrarse en el trabajo. Su vida, alguna vez satisfactoria, ahora le parecía insoportable. Sus preocupaciones y metas ya no tenían importancia alguna.
Su mente volvía una y otra vez al escondrijo donde esa chica lo había llevado. ¿Cuál era su nombre? Algo en ella era distinto. Una emoción, una energía primal irradiaba de sus ojos. Su toque era violento y desenfrenado. Le había roto una costilla, y arrancado parte de su oreja, pero quería volver, sentir esa libertad denuevo.
El espiral verde que decoraba ese lugar ardía en su memoria de esa noche. Lo llamaba.
Roberto Moya Aguilera
El diablo es mi vecino, vive aquí en el departamento del lado. Todo el piso lo supo, desde su llegada el ambiente cambió, de noche sientes alguien sobre tu espalda, voces te asaltan, la angustia te aplasta; solo los dos vivimos ahora. Con el tiempo lo he visto más, todavía solo sale de noche pero a veces nos topamos, me habla, me dice que también tengo cierto potencial. Primero no le creía pero me mostró lo que podía hacer y cambié. Ahora me veo al espejo, mis uñas son garras, mis ojos brillan bajo mi boca y todo es hermoso.
Me tomó dieciocho minutos y diez segundos encontrar el punto de reunión. Desde lo que presencié aquella noche, esta manía por contar los segundos es lo único que me mantiene cuerdo. Lo que me dijeron tenía sentido, la sangre y el caos los atraerían a capturar ilusos y así fue. Alguien hablaba al frente pero no lo podía escuchar bien, mis latidos eran ensordecedores, solo sabía que sus mentiras me mareaban ¿cómo era posible que le creyeran? ¿Orden? ¿Engranes? No lo soporté más. La semilla en mí estalló y noté que estaba sonriendo. Por fin mi iniciación estaba completa.
Incluso ahora no entiendo la razón de que huyan de mí, pero también recuerdo como me sentí yo la primera vez. La forma en que aquel hombre me miró, la forma en que puso su mano sobre mi frente y pude ver todas las mentiras sobre las que vivimos, la libertad que me fue entregada. Parece que sufren solo porque quieren. Sin embargo, hoy tuve éxito, un chico lo entendió todo cuando le mostré las visiones. Se arrodillo frente a mí con la mirada pérdida, buscando guía. Me incliné hacia él y lo abracé, entendió todo. Bienvenido al Abismo, hijo mío.
J.P. Armstrong
Anchimallén
Looking Glass me pidió investigar algunas pistas en Temuco. La primera de ellas me llevó a los pies del Cerro Ñielol. La niebla matutina ocultaba restos de osamentas y cenizas; una anciana del lugar culpaba al anchimallén, pequeños seres luminosos de la mitología mapuche.
Volví esa noche y vi una luz moviéndose. “El anchimallén”, pensé entre risas. Ojalá hubiera acertado.
Por pura suerte escapé de la bestia, pero no fue gratis. La quemadura en mi brazo me recuerda que no fue un sueño, más bien viví una pesadilla.
Llamé a Looking Glass para confirmar sus sospechas, “el Abismo está aquí”.
—
Calle Francia 360
Mi quemadura aún no sanaba cuando fui por la segunda pista. Una casona centenaria, apegada al mall renegando la modernidad.
La noche quitó el velo de la aparentemente tranquila casa: una luz verdosa emanaba de las ventanas, iluminando la neblina que envolvía la casona. Decidí saltar el cerco y mirar.
La escena era macabra. Grotescas siluetas rodeaban a un pobre bebé, el que se desfiguraba lentamente mientras adquiría una luminosidad que me resultó familiar. Mi brazo volvió a arder.
No aguanté más y tuve que irme. En qué forro me había metido, aún no lo tenía claro.
—
Camposanto
Aún aturdido por lo que vi en Calle Francia, tambaleé sin rumbo por las calles, hasta que llegué al Cementerio General. La última pista.
“Tremendo cliché un cementerio”, pensé, hasta que oí un ruido proveniente de una de las florerías del sector, cerrada a esa hora. Me acerqué, aliviado de poder distraer mi mente.
“Los hilos de la vida te han guiado hasta aquí, joven winka”. De entre las sombras se alzó una figura imponente, “Mi nombre es Alejandro Calfupillán, y el peñi Hugo Huaiquipán me dijo que tarde o temprano vendrías”.
Huaiquipán… ¡Ah! ¡Los libros de Black Hound!
Maximiliano Goyeneche
Recuerdos y Tempestad
Las nubes nocturnas se peleaban en el cielo de aquella noche, lluvia que caía como lágrimas en el ventanal de la gran torre corporativa, lo hacía recordar y eso no era bueno, como un emperador en el trono. Observaba al visitante, uno muy molesto para él.
Siempre con su mirada compasiva, siempre con esos ojos molestos, tan familiares. Arturo Marchen estaba ahí parado frente a él sin decir palabra alguna. Supo entonces que tenía que hablar él.
-Elegí el orden por el miedo que sentía, porque cuando dejé que las cosas siguieran su curso, cuando perdí el control de lo que pasaba a mi alrededor… fue ahí cuando lo perdí todo.
Arturo Marchen simplemente sonrió, una sonrisa que lo decía todo y seguía siendo tan molesta. La lluvia continuaba inmutable y Aleph una vez más se encontró totalmente solo.
Rodrigo Oliveros
El arlequín de Abismales———————————-
De todos los caminos, de todos los lugares, el núcleo del Abismo permanece intacto. Hospitales llenos de atrocidades, atrocidades llenas de carne, carne toda putrefacta, y lo putrefacto también vive.Las calles tomadas por un grupo numeroso de abismales: peleas callejeras, desertores de otras facciones, contrabando frecuente. Esas eran las leyes y eventos.Disfrazado, el Arlequín sombrío era parte de un conjunto de juglares. Estos iban divirtiendo y… digiriendo a los desprotegidos, los sin facción.Abandonados a la suerte del Edén, este consigue carne fresca para el gran pozo.Los huérfanos en el circo de nieblas.
Guerrilla Arte——————
La guerra dejó vastas ruinas. En las noches la única diversión eran los eventos de DJ Slap en los bares clandestinos.La música estaba prohibida, el arte no era de agrado de la actual sociedad.Todo estaba oculto y aislado, y yo estaba ahí.Afiches que tapizaban los muros con hongos en la ciudad, los graffitis del asfalto, los libros arcanos.En los centros de baile no se instruían a solo danzar, de ahí salían revolucionarios.Las bibliotecas en ruinas eran el hogar de muchos huérfanos.Era una nueva manifestación. Era un nuevo grupo de rebeldes y subversivos: Guerrilla Arte.
Michan Kitamura
#Sabuesos
Los escucha antes de verlos. Siente esa maraña de pensamientos retumbar en su cabeza y sabe que solo puede significar una cosa: Tiamath. No es la primera vez que Vicente los enfrenta pero ahora es distinto. Parecen menos salvajes, más enfocados. Logra distinguir una palabra de todo el ruido retumbando en su cerebro: Sombra. Y a pesar de que está listo para enfrentarlos pasan de largo, como si no existiera. Se pregunta si Agustina estará dispuesta a recibir la llamada de un viejo amigo, una alerta nunca está demás cuando los enviados de la entropía están buscando sangre.
#Doble Filo
Es la tercera discusión que las paredes de La Navaja Negra escuchan y cuando Simonon se levanta y dice que se retira, Truco siente como Giussepe mata otra vez a su hermano. Sueña con atravesarlo con esa espada, la misma que partió a su hermano por la mitad. Aniela le entrega un botellín de cerveza sin decir nada, La Mano Negra tiene una herida y solo más sangre podrá sanarla.
Esa misma noche No Dashi vuelve a su facción, no está maldita pero sí manchada con sangre inocente. Para Coyote es obvio quien debe ser su portadora.
#Francesca
Cristalis sigue siendo un arma letal y Francesca sabe que todos sus movimientos están siendo analizados en detalle. También sabe que si la Corporación la atrapa no quedará nada de ella, la máquina no tiene consideración con los traidores. Aún así nota algo distinto, una voluntad más fuerte, más viva.
De pronto aparece un Corvette y la agente corporativa se retira rápidamente. Una chica de cabello azul baja del auto y aunque Francesca no la conoce sabe de inmediato que se trata de una Quimera. Está a punto de hablar cuando una voz en su cabeza la interrumpe: Moloch.
Diego S. Muñoz Farías
Nathair, C.F.O
I
Habiendo dejado atrás mi grisácea oficina, tomo el ascensor antes de partir a casa y salgo un momento. No llueve lo suficientemente fuerte como para usar sombrilla ni hace tanto frío como para un abrigo y, sin embargo, uso ambos. Aquella contaminada lluvia del sector financiero me calma. De alguna manera consigue enfocar mi atención y olvidar los efectos de la rutina en mi desgastada vida.
Dejo atrás la omnipotencia de mi cargo y puedo simplemente caminar como un insignificante número más, un paso a la vez… en la lluvia, cargando con las cifras de la Corporación en mis espaldas.
II
Siempre después de terminar mi trabajo, subo a la azotea y enciendo un cigarrillo, lo deslizo entre el dedo índice y pulgar de mi mano derecha, sintiendo su textura mientras lo hago. Mi primera consciencia la siente y recuerda, la segunda analiza la situación en Irán y la tercera lleva la cuenta de los pasos dados hasta llegar ahí. Pongo el cigarrillo en los labios y aspiro la amarga nicotina sólo una vez en una pausada inhalación con la intención de morir, morir de la misma manera que siento que se me va la vida; un poco cada día.
Cordelia Leal
Killer Babe
Luces de neón parpadeantes adornan la fachada del clandestino y lúgubre Strip Club en la zona vieja de la ciudad. En su interior, borrachos y perdedores infartados observan a la diosa que acaba de subir al escenario. Iliana danza con histrionismo y elegancia, domina la escena como si de su elemento natural se tratase. La noche apenas comienza y la solitaria dama de corazón noble se prepara para una nueva batalla. En una esquina divisa al desaliñado sabueso que la espera, una pequeña y honesta sonrisa se dibuja en su rostro, quizá no sea tarde para permitirse abrir su corazón.
Un cuartel, un hogar
El gitano recorre los amplios pasillos de la Fundación con la cual comparte su nombre. Acompañado de un aura de paz y tranquilidad, observa a sus alumnos transitar por el lugar. Cada uno ha visto en él un padre, un amigo, un maestro. Es un hombre mayor y de pocas palabras, pero eso no le impide disfrutar de compartir con los más pequeños del hogar. Juega y ríe sin complejos, mantiene la inocencia en aquellos que debieron madurar demasiado rápido. El padre de muchos dedicara esta y todas sus vidas a los suyos, sus alumnos llenaran de luz el futuro.
No hay Abismo tan profundo
La doncella de fuego camina entre los cadáveres carbonizados de bestias que ya hace mucho perdieron su humanidad. Las llamas que a su alrededor danzan iluminan la noche con la fuerza que el mismo Sol haría, el regalo de Prometeo acata cada uno de sus impetuosos caprichos. Polilla mira atrás el infierno que ha desatado y sonríe con el puro gozo sangriento. Que todo el abismo se entere de ella, que hasta la última repugnante bestia conozca su nombre y sepa que no descansará hasta obtener su venganza. No hay abismo tan profundo que ella no pueda incendiarlo.
Felipe Arancibia Guerra (Jorge Elias)
El duque de sangre
El sabor de la sangre siempre me fue muy delicioso, lo mejor es darles un poco a mis compañeros, siempre he sentido al consumirla una sensación muy gratificante y el temor en sus ojos, ¡su gratificante dolor en sus ojos!, ¡verles extinguirse su última gota de vida!… mis disculpar me altere un momento y me he fijado que ni me he presentado, soy el duque von Vloder es un gusto, has llegado a mis dominios y ya va ser la hora de la cena ¿Te apetece comer con nosotros? ¿O tal vez ser mi postre? Escoge que no hay tiempo.
La Dama a cachitos
Hazme saber quién eres, y te diré lo que necesitas, pero claro para ello se necesita un pago, hay que ser delicados en estos días ¿has sentido el frío del metal alguna vez? Yo más de las que quisiera recordar querido, recoge tus cosas, tenemos que irnos con el Duque, antes de que esas sombras lleguen y nos ensucien todo, alguna vez me han llamado por mi nombre, me desagrada, tu puedes llamarme La Donna, trata de no tener la boca tan abierta se te caerá y no tenemos suficiente hilo para reponer una quijada caída en este momento querido.
La Cosa
¿Quién? ¿Ella? La destruiré, a esos robots y esos horribles animalitos, ¡No me pises la cola! Para acabar con tu presa debe ser lento, atraerles con algo que les llame la atención, siéntate y espera usa esos días, que te bastan solo dos, úsalos para acumular energía y cuando “aquello” esté bajo tu tentáculo le rebanas la cabeza, sí se me olvido que eras de estómago débil, pequeña ratita, claro se me olvidaba debo revisar la trampa para esa niñata ¿La has visto? Dando saltitos por aquí y por allá con esa nefasta espada y su uniforme, cómo la odio.
Felipe Yuraszeck
Yo sirvo a la maquina
Comandante de tropa, suena bien, el cargo que se me asigno para poder servir a la máquina, me encuentro aquí como voluntario, deseando un mundo de orden, un mundo sin caos.
-Esta es su tropa, me dice un ejecutivo mostrándome a un grupo de hombres en armaduras, son inexpresivos casi parecen robots.
-Son agentes V – 4, me explica el ejecutivo, parte maquina parte hombre, nuestra principal infantería, le servirán con lealtad en la lucha urbana. -Además de ellos están nuestros orgullos mecánicos y biológicos a tu disposición, recuerda no fallar y purgar toda anomalía, nosotros debemos crear un mundo eficiente.
Ajedrez Republicano
Otra noche “normal”, solo debemos encontrar el bar acracia, estoy nervioso acompañado de mis descerebrados subordinados V-4, aunque la suerte parece sonreírme hoy. Al llegar, ocho soldados leales salen a defender su base, una interesante oportunidad, ocho contra ocho, hace mucho no juego ajedrez republicano.
-Qué alegría ver a mis subversivos favoritos, respondo con sarcasmo. – ¿Y el cobarde de Truco los dejo solos aquí?, continúo burlándome, mientras saco mi arma de mi chaqueta.
Se inicia la balacera, ellos se atrincheran, nosotros avanzamos, la victoria corporativa es un hecho.
El espía gano un premio por esto, ahora debemos reportar nuestra victoria.
Superioridad aérea
Veo a lo lejos un grupo de choque quimera, por lo cual alerto a mi compañero
-Ve con calma “Akira”, le respondo burlescamente al C – 34, -A diferencia de a ti, a ellos no los sacan a tomar aire, nunca andan solos.
En eso se oye un helicóptero.
- ¡¡¡Hui Hog!!!, exclamo, -Tu ve por tierra, yo alerto a los pilotos.
Mientras el comando aniquila a las fuerzas terrestres yo veo como nuestros G – 37 derriban el helicóptero.
Entonces escondido detrás de un auto, viendo el helicóptero derribado, respondo riéndome al C – 34.
-¡¡¡Superioridad aérea “Tomoshi”, Superioridad aérea!!!
Víctor Quiroz
1) “La guerra es la continuación de la política por otros medios”
De la Guerra, Carl Von Clausewitz
Ginebra estaba inquieta: abogados, políticos y diplomáticos iban y venían por los pasillos. Para Clopin esto podía solo significar que la Corporación una vez más estaba en movimiento. Pese a su aparente juventud sus 10 años al servicio de la política exterior de su país le habían otorgado un sexto sentido en esta materia. Se acercaba una vez más el momento de combatir en su frente, de subir al atril y entregar un mensaje al mundo. Si la corporación pretende crear héroes artificiales, Quimera contratacará con antihéroes: el corazón de la gente no se gana solo con luces y colores.
2) “¿Y es la sangre con la que pensamos, o el aire, o el fuego?
Fedón, Platón
Nunca sentí el calor de un abrazo o el fervor de las llamas en mi piel, así fue desde que tengo recuerdos. Me gustaba fundirme en el humo cuando quería soledad y buscaba sin descanso la sensación de calor en las brasas. “No juegues con fuego que te vas a quemar” me repetían mis padres. Solo la tragedia me hizo entender sus palabras. La fundación Lazarus me ayudó a combatir el miedo y la tristeza, pero solo el tiempo me permitió forjar mi voluntad.
La despertó uno de los miembros de la compañía: “Capitana Delphine, debemos partir”. La noche comenzaba.
3) “Todo era silencio. Tras serle franqueado el portal cerrado con llave, el viejo Eguchi sólo había visto a la mujer con quien ahora estaba hablando. Era su primera visita. Ignoraba si se trataba de la propietaria o de una criada.”
La Casa de las Bellas Durmientes, Yasunari Kawabata
En mi búsqueda de información sobre desviantes solo alcancé a pagar por un lugar. El antro no era digno de ser visitado ni por las ratas, pero aún así figuraba repleto: prostitutas, bandidos y quizás que otro gremio tenía representantes en la antigua barra del bar. Me acerqué al único asiento disponible justo a mitad de la barra. Al sentarme hubo un silencio tan profundo como el sueño que me invadió. Desperté horas después en un basurero. Al revisar mis bolsillos solo encontré la impagable cuenta del bar firmada con un beso tan rojo como el balance de mi cuenta.
Gonzalo Pulgar Torres
I-Un tedioso Caso
Azul y negro se pintaba la noche, una oficina vieja con una tenue luz
que impedía ver los papeles sobre el escritorio, paredes mal adornadas
y afuera solo ruido. Una vieja silueta sentada tras el escritorio
prendía un cigarro.
De repente siente unas pisadas seguidas de golpes tímidos en su puerta:
-Buenas noches, señor Marzini soy Marcela y vengo por un caso.
-Cuéntame señorita a que viene tan tarde. Igor sintió como su corazón
escondía información, situó su atención en aquellos latidos e ignoro
sus palabras.
-Entonces ¿Solo la vigilo?
-Si ¿Puede empezar ya?
-El precio se duplica.
-No importa.
II – Obsesión
Caminaba entre rostros sin nombre, obsesionada con su nueva idea,
había pensado hace mucho su próximo libro, aún no tenía título, pero
ya sabía su trama: la historia de una mujer violada y asesinada por un
detective viejo que sucumbiría al caos de la noche.
Irene Cabbot era una desviante que podía manipular la realidad siempre
y cuando lo escribiera como una novela, había hecho esto ya muchas
veces antes con personas y otros desviantes; asesinatos, accidentes,
todo servía para su obra.
Eran las 20:30, llegó a su departamento, tenía todo preparado para
comenzar, esta sería una larga noche.
III-No soy un Héroe
No era la primera vez que veía a Igor perdiendo en una pelea, sabía
que el hombre se metía con sabandijas de toda clase, pero esta era
diferente, sus ojos rebosaban caos.
Aguja reacciono rápido:
-¿Dónde te escondes Irene?
Ciento cuarenta segundos después la encontró, Cabbot escribía
desesperadamente los acontecimientos que tenían al detective entre las
cuerdas:
-Si fuera un héroe te salvaría en el último segundo, pero no lo soy.
Un disparo certero atraviesa la frente de Irene quien cae al suelo,
Aguja no ve a Igor pues sabe que estará bien, ella confía en su
voluntad.
Javier Flores Ordenes
Observo, me refugio, pienso, lucho… ¡sobrevivo!
La ciudad luce muy diferente de noche. Entre las sombras se aprecian siluetas que asechan y vigilan en cada rincón. Engendros y maquinas ¿no estamos solos? ¡Ja! Nunca lo estuvimos… desde humanidades Pre-Desviantes se registran seres malignos tratando de obtener el control total – ¡Maldigo la ambición! – Pocos registros quedan de aquellos tiempos, guardados están en los templos corporativos y aberrantes.
Quien hubiese pensado que un virus nos llevaría al siguiente paso en la cadena evolutiva y al contrario de “unión”, nos terminó dividiendo en 4 facciones y no puedes elegir en cual militar, ya que simplemente se nace en medio de alguna. En mi caso… Mi padre fue un agente y se enredó con la anarquía, de ahí Salí yo, el que cree en la espiritualidad como camino pero que se comporta de manera bestial… a veces.
Rumores
Se habla de una nueva Atlántida en las calles…
SHILK! – TAK! – BEP! (ruidos de máquinas)
-Iniciando programa de búsqueda. (Quiero saber todo…)
-Encendiendo micrófonos ocultos en la ciudad. (Quiero oírlo todo…)
-Cámaras nocturnas, térmicas y detectoras de rostros. (Quiero verlo todo…)
-Desplegando drones. Todo activado, ¡los guardias ya han sido avisados!
Operación “Timeo y Critias” 01000001 Activada. (Hundamos el mito por segunda vez…)
Día a Día
Enciendo un cigarro, recargo, preparo, apunto y disparo. ¡Bienvenido al bucle de mi vida!
Prefiero esto a una “oficina corporativa” que es lo mismo que una “caverna abismal”.
-Bitácora: recordar mañana traer mi petaca y unos cartuchos extras.
Mañana será un buen día en esta trinchera, ¡todo sea por la libertad!
Nicolás Villalobos Soto
Entrada 1: Sabotaje
El joven Quimera, Nero, corría sigilosamente entre las cajas de la bodega, su misión, destruir el arma que Corporación tenía guardada allí, sería pan comido, los V-3 ni lo vieron entrar, no se darían cuenta hasta que fuera tarde, siguió andando escondido hasta estar en frente de una especie de armadura mecánica.
Con un solo toque la haría desaparecer, retrasaría a la Corporación por lo menos unos días.
Un “¿quien anda ahí?” lo sacó de su estupor, tocó la armadura y corrió a una distancia segura, haciendo que esta colapsara sobre si causando una implosión, para luego huir sin dejar un rastro.
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Entrada 2: Asalto
Eran las 10 de la noche y Gonzo se encontraba siguiendo a un camión de la Corporación, su misión era interceptarlo y evitar que llegara a la bodega, también deshacerse de la carga del vehículo.
El camión se detuvo en una luz roja a 3 calles del complejo de bodegas, lo que aprovechó para rodearlos y frenar su moto frente al camión, sacando una pistola para deshacerse del conductor.
Bajó del auto y se dirigió a la parte trasera, abriendo la puerta para recibir un ataque sorpresa de un agente que cuidaba el interior, para suerte del joven Acracia, una explosión distrajo a su atacante, por lo que lo despachó de un balazo.
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Entrada 3: Cruce
Nero se alejó corriendo del complejo de bodegas, para luego ver en su camino una motocicleta frente a un camión Corporación, el conductor estaba muerto, ralentizó su paso al rodear el camión, el cual empezó a moverse mientras emitía sonidos de metal golpeando a metal.
Vió la puerta trasera abierta, y como adentro un joven molía a golpes otra de esas armaduras que le habían mandado a destruir, sonrió al darse cuenta quien era.
“Parece que te va bien de Acracia, ¿o no hermanito?”
Gonzo rio al ver quien le hablaba, pero no interactuaron mas, eran hermanos, mas no aliados, se despidieron y cada uno siguió su camino en la noche.
Alvaro Parra
La delgada linea.
7 de noviembre 2019.
Hoy salgo de viaje, voy a Europa, sin ni siquiera saber mi destino, solo rumores concretos de algo que ya despareció. Lo úrico que se es que amo batallar contra las maquinas, me fasciná verlas caer. Y que decir de luchar contra esos malditos monstruos que de humano nada tienen, enserio adoro el crujir de sus dientes contra el piso. Sentir como esos desviantes sin humanidad desaparecen es algo que realmente me agrada. No tengo conflicto con mis compañeros de la Acracia, de hecho su estilo de desorden y descontrol me apasiona, cada causa que eligen apoyar la encuentro justa y necesaria para este mundo. Me pasa lo mismo con mis hermanos de la Quimera , son un poco menos revoltosos pero son legales dentro de su juego. Ahí parte mi principal problema, sé que en ambos puedo confiar y que cuidaran mis espaldas en caso de cualquier problema con la Corporación o los Abismales.Pese a esto me molesta tener que elegir el donde debo de estar siempre. Me siento libre así compartiendo con todos estos desviantes encontrá de los que son realmente el enemigo. Hay algunos en ambas facciones que me tratan de rata o de traidor, tan solo por compartir mis ideales y amistades con ambos, a muchos otros no les importa. A mi no me importa.
Fue en una “celebración” por así llamarlo, en uno de los tantos cuchitriles de la Acracia, al terminar de destrozar varias maquinas corporativas. Despues de varias horas de jolgorio y tan solo con la suerte de mis ganas de orinar, me encontré con una desviante que no había tenido el agrado de conocer. Abuela. Me miro fijamente y supe que sabia ya todo de mí, me invito a sentar en la mesa mientras esperaba el baño, ella tomaba te y yo mi cerveza, ya más tibia que fría. Me presente con timidez y respeto, ella tan solo empezó a hablar, ella sabia de mí, de mi libertad entre facciones, de lo querido y abucheado que era entre los santuarios azules y amarillos. No supe que responder a nada. Hizo muy buenos comentarios sobre la faccion azul, pero remarco sin odio sus diferencias, lo de siempre. Tan solo una frase logro despertar mi interés: “Alianza”Era una palabra que entre acratas y quimeras jamas había escuchado. Me hablo que en plena segunda guerra mundial, en algún rincon del viejo continente y bajo las circunstancias que lo ameritaban, ambas facciones se unieron en una lucha contra algo más grande. Desde ahi no pude parar de preguntar. Fue una conversación larga e interezante, de esas que te hacen olvidar a lo que venias. Ella me dijo que quizás yo podía ser algo más allá que solo un desviante sin facción, pero que debía encontrar mi camino en esta guerra. En ese momento, borracho, las palabras de la antigua desviante no tomaron el peso en mi, pero siguieron en mi mente por muchos dias. Ahora voy en busca de vestigios de algo que nosotros los mas jóvenes no podemos imaginarnos en las calles. La Quimera me recibirá al llegar al continente, un tal Mykhaltso me espera, me dijeron que era de temer. Ningún acrata del mediterráneo quiso ayudarme en esta busqueda, me dijeron que eran un poco más extremistas por este lado del mundo. Me emociona esto. Debo encontrar mi destino ahi, en la delgada linea que separa a dos aliados que pelean contra el mismo enemigo.
Pagina 1.Diario de Liitto.
Juan Curamil
El guardián de la puerta al abismo
¿Dónde estoy? – Pregunte apenas tuve conciencia.
Camino al abismo – me contesto el hombre que me acompañaba.
¿No es un paso directo? – pregunte nuevamente
No, si es tu primera vez aquí – respondió – primero serás juzgado por mí, para saber a qué nivel tu cuerpo o mente pueden soportarlo.
¿Y tú quién eres? – pregunte, tomando atención a su tez morena y aspecto gentil pero de presencia imponente.
Uriel – indico – aunque una vez pases la puerta no me recordaras.
¿Pero te veré nuevamente? – fue mi última pregunta.
El esbozo una leve sonrisa – Mi momento llegara muy pronto.
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Kirk el purificador
Por favor, alguien que me ayude – dice una voz dulce de una niña – alguien por favor.
Aquí estoy pequeña responde el héroe
Por favor, todos necesitan tu ayuda – indica la niña
Los ayudare – dice el héroe con voz fuerte y enérgica
El es Kirk – indica una voz en off mientras una música estridente suena de fondo – El héroe más grande del mundo, el más fuerte (se muestran unos brazos acorazados), el más rápido, el más resistente y puede generar ondas de choque.
El caos debe ser erradicado y solo un héroe es capaz de realizarlo.
(Fin del slogan)
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El camino del guerrero
Sensei , ¿Dónde va? – dice el kohai.
Debo hacerme cargo de mis decisiones del pasado – responde Tora.
El viejo Sensei duda, pues no sabe qué consecuencias puedan traer sus actos. Por una parte debe buscar a sus antiguos discípulos, jóvenes desviantes que se dejaron llevar por sus propios intereses, para llevarlos por el camino correcto o cerrarles el paso si es necesario. Sin embargo también le corresponde enseñar a un nuevo discípulo, la voluntad le hablo durante sus meditaciones y Tora sabe no debe rehuir de esta responsabilidad. Es el camino que él se ha propuesto.
Brian Castillo Sepúlveda
Cap1.Año 2001, en un lugar olvidado al sur de Chile, los restos de unas viviendas abandonadas ofrecían una leve protección contra el viento y el frío al agente Joel pero no de los recuerdos dentro de su cráneo que seguían tan vividos como el frío del momento, gritos desgarradores, llantos ensangrentados, súplicas sin otra respuesta más que la indiferencia profesional de su supuesto último trabajo de “limpieza” para la Corporación, pero en ves de liberar su mente de la máquina, fue acendido, mejorado y actualizado, aún asi sus deceos de libertad fueron tan inquebrantables e intensos que provocó errores en su software llevándolo a un descontrol, destruyendo a varios compañeros de trabajo logro su escape de la “oficinas” enviándolo a una huida constante de ya casi un año.Fatigado, dañado y desgastado por los enfrentamientos con sus capturadores, se dejó caer en los brazos del sueño y la imaginación donde se reencuentra, al igual que cada noche, con su esposa y recién nacido hijo antes de ser contratado al inicio del golpe de estado.Al volver a encender, sus radares detectaron leves señales de calor en la habitación de al lado, preparando sus armas dispuesto a realizar la limpieza habitual se acercó, pero no encontró más que un cadáver femenino.Sin entender por qué ese cadáver seguía caliente dentro de todo ese frío invernal, lo examinó y al moverlo encontró a un pequeño niño bebiendo con mucha dificultad el último alimento que recibiría de su madre en este mundo antes de reunirse con ella en el siguiente.Indiferente a la tan repetida escena en su memoria, Joel salió a recolectar recursos para su supervivencia,Al volver se encontró con que el moribundo pequeño seguía aferrado a su madre soportando el dolor que significa su existencia, pero Joel, no gastaría sus recursos en prolongar lo inevitable.Minutos después de encender un pequeño fuego sintió como la pequeña señal de calor se le acercaba, al no representar amenaza, decidió ignorar al pequeño hasta que desapareciera y almacenarlo junto a los demás recuerdos similares en su memoria,Pero al ver al pequeño entrar a la habitación, sus pies sin dedos adornados de sangre congelada, la falta de su brazo izquierdo, su mano derecha morada, sus mejillas y labios rasgados, ojos tan vacíos como los de un cadáver, no lograba entender el significado de su esfuerzo, intrigado por descubrir sus motivos, reparó al pequeño, entregándole la oportunidad de luchar contra el destino.
Juan Díaz
Nuevo camino (Basado en Acracia y Stendhal)
Dani se acomodó la mascarilla sin dejar de pensar en como todo su viaje parecía terminar en un salto de fe a una alcantarilla.
Durante años sintió una fuerza caótica dentro de si, que trato de callar, pero era tiempo de respuestas. Bajo por la fría escalera metálica hundiéndose en la oscuridad.
El silencio y la oscuridad era total pero sabia que estaba acompañada. A unos metros, una luz apareció, revelándose entre las manos de una figura tan insectil como humana. Sabía que no debía temer.
“Conoces el caos pero no olvides la luz”. Dani estaba lista para aprender.
Sin retorno (Basado en el abismo y Hambre)
El ciego deseo de lo prohibido lo guiaba, y la esperanza de encontrar lo que anhelaba no hacía mas que apurar su paso.
Vio el numero de la puerta. Parecía el lugar indicado. Abrió la puerta con seguridad y con firmeza entro en la oscuridad.
Bastó segundos para darse cuenta de que no estaba ahí para entregarse al placer, sino al terror. Apenas podía dimensionar a lo que se enfrentaba. Una masa grotesca, amarillenta con ojos desorbitados lo observaba. Trato de huir, pero escapar de aquella fuerza era como escapar de la gravedad.
Ya era demasiado tarde.
Santiago en diez palabras
¡Oh no! ¡Han incinerado a Solomon otra vez! ¿Quién fue?
Muchas gracias por este concurso, aunque no alcancé a participar, por lejos creo que la comunidad de Humankind es la mejor de todos los juegos de cartas.