Scholomance es una leyenda del folclore rumano relacionada con una escuela mítica situada en algún lugar cerca del lago cercano a la ciudad de Hermannstadt (ahora Sibiu), conocida por ser dirigida por el mismo Diablo. Según la leyenda, la escuela educaba a un selecto grupo de estudiantes en las artes oscuras de la magia y la hechicería.
Scholomance es una germanización que se dio en el siglo XIX, pues Solomonărie era la forma rumana según las creencias populares.
La leyenda es especialmente fuerte y gana muchos detalles en la región de Transilvania, donde se dice que el Diablo mismo tomaba el papel de instructor para los alumnos, enseñándoles los secretos de la naturaleza, la magia y cómo controlar los elementos, entre otras habilidades sobrenaturales.
La escuela aceptaba a diez estudiantes a la vez, y según las historias, el Diablo elegía personalmente al décimo alumno para servirle como su asistente personal. Este alumno no regresaba al mundo humano, quedándose en cambio al servicio del Diablo.
Los estudiantes que lograban pasar las pruebas podían convertirse en Solomonari. Los cursos impartidos incluían el habla de animales, controlar el clima y una gran variedad hechizos mágicos.
Maestros del clima
Los solomanari son magos poderosos que tienen control sobre las fuerzas de la naturaleza y la capacidad de realizar hechicería y profecías. Según las leyendas, los solomanari son excepcionalmente sabios, poseen habilidades sobrenaturales y tienen un conocimiento profundo de los secretos del universo, incluyendo la alquimia y la astrología.
A diferencia de otros practicantes de magia en el folclore europeo, los solomanari no son vistos necesariamente como malévolos. Aunque su poder y conocimiento provienen de fuentes que podrían considerarse oscuras, su papel en las leyendas varía desde ser guardianes del conocimiento antiguo hasta intervenir en los asuntos humanos de manera que a menudo beneficia a la comunidad, como controlar el clima para asegurar buenas cosechas.
Se dice que son altos, muchas veces pelirrojos y visten largas túnicas blancas de campesinos, a veces de lana, o vestidos con trajes andrajosos hechos con parches, una versión pequeña de un Semantron, que sirve para convocar a las Vântoase. Cuando no ayudan al diablo, se los ve con mayor frecuencia pidiendo limosna y las monedas recolectadas luego se arrojan a los ríos, como ofrendas a los espíritus del agua.
Una vez graduados vivían como ascetas, alejados del mundo civilizado, y en ocasiones se dice que viven en “el otro reino”, aunque se sabe que regresan a la civilización y piden limosna aunque no necesitan nada y dondequiera que no las reciban. bueno, llamarían granizo como medio de castigo. También se les relaciona con un tipo especial de vampiros, los Moroi.
Los solomonari eran considerados jinetes de dragones que controlaban el clima, provocando truenos, lluvia o granizo. Este dragón lleva por nombre Zmey en las versiones tardías alemanas, pero es más famoso como Balaur.
El dragón de las tormentas
El Balaur es a menudo descrito como un dragón con múltiples cabezas. Cada cabeza del Balaur se dice que posee sus propios poderes o aliento mortal, y según algunas leyendas, cuando se corta una cabeza, otras nuevas pueden crecer en su lugar, lo que hace que matar a esta bestia sea una tarea casi imposible. Este aspecto del Balaur recuerda a la hidra de la mitología griega, mostrando cómo diferentes culturas tienen conceptos similares de monstruos multi-cabezas con habilidades regenerativas.
Los Balauri (plural de Balaur) son típicamente vistos como guardianes de tesoros y custodios de secretos antiguos y poderes mágicos. En los cuentos populares son típicamente malvados, secuestran a jóvenes doncellas o a la princesa, y son derrotados por un héroe como San Jorge o el hermoso joven Făt-Frumos.
En el mito de Scholomance el Balaur es la montura de los solomanari más poderosos. Este dragón puede ser sacado del lago sin fondo usando “riendas doradas” o las bridas del diablo.
Las Vantoase
Por último, nos encontramos a las vântoase, que son entidades espirituales vinculadas a los vientos y las tormentas, a menudo mencionadas en contextos que subrayan su poder y misterio.
Pueden ser vistas como guardianas o representantes de los poderes naturales, actuando como mediadoras entre el mundo humano y las fuerzas incontrolables de la naturaleza. En algunas tradiciones, se cree que pueden traer vientos favorables para los agricultores o marineros, pero también son capaces de desatar tormentas destructivas si son provocadas o desatendidas. Esto especialemente si están siendo dirigida por los magos de Scholomance.
La figura de los solomanari y la escuela de las sombras refleja la complejidad del folclore rumano y germánico que poblaba las noches imperiales, en el cual la magia y el conocimiento oculto ocupan un lugar significativo. Esto contrasta con las fuerzas ocultistas que provendrán de Francia e Inglaterra, que estarán por lo general paradas desde una visión casi científica.
Hogwarts, pero más malvado. Hablando en serio, conocía esta escuela de magia en Warcraft y en WoW es un raid básico. Esta es una de estas historias que me alegran seguir relacionado con Mitos, aunque sea menos que antes.
Buenas ilustraciones en esta pasada.