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Una sombra profunda se mueve entre las estrellas, algo que no tiene edad, algo que no tiene la posibilidad de morir. Horrores inimaginables, bueno realmente eso no es cierto pues fueron imaginados por un autor en particular, Howard Phillips Lovecraft, alguien a quien hemos visitado en otras oportunidades, si no me creen vayan a ver sus cajitas de Steampunk.
Su trabajo literario es un clásico del horror cósmico, incorporando elementos de ciencia ficción como, por ejemplo, razas alienígenas, viajes en el tiempo o existencia de otras dimensiones, mismas que parecen al mismo tiempo deambular por las estrellas y convivir entre nosotros.
Fue una persona solitaria que dedicaba su tiempo a la lectura y la astronomía. Su prosa está influenciada por Lord Dunsany, William H. Hodgson, Arthur Machen y Edgar Allan Poe. Fue un gran innovador del cuento de terror gracias a su singular tratamiento de la narrativa y la atmósfera de sus historias, que acercó el genero a la ciencia-ficción.
Sus escritos, particularmente los Mitos de Cthulhu, han influido a autores de ficción a lo largo y ancho del mundo, y se pueden encontrar elementos lovecraftianos en novelas, películas, música, videojuegos y cómics.
Sus relatos se recopilaron en varios volúmenes póstumos, entre los que figuran: el extraño y otros cuentos (1939) y el cazador en la oscuridad y otros cuentos (1951).
Sus mejores novelas cortas son el caso de Charles Dexter Ward (1928), en las montañas de la locura(1931) y la sombra sobre Insmouth (1936).
En terrores nocturnos volvimos a dar una pincelada sobre su obra, quizás lo hagamos otra vez, si es que Cthulhu está de acuerdo.
Algunos personajes invocados en esta edición:
Nyarlathotep
Se sugiere que su nombre pudo haber sido subconscientemente sugerido a Lovecraft por dos nombres inventados por el legendario autor conocido como lord Dunsany: Alhireth-Hote, un falso profeta de Los Dioses de Pegana y Mynarthitep, un dios descrito como “el furioso”.
Aunque si nos mantenemos en el canon debemos decir que fue inspirado por un sueño de Lovecraft que, al ser puesto por escrito, dio lugar al relato homónimo, el primero de tantos en los que aparece Nyarlathotep. En él, este dios es descrito como un “hombre alto y oscuro” que se parece a un faraón egipcio, aspecto que posteriormente se asoció al Faraón Negro, uno de sus avatares.
Suele deleitarse causando miedo, locura y sufrimiento a los mortales e incluso puede interactuar con ellos para que le ayuden a satisfacer sus retorcidos deseos, generalmente recurriendo al engaño. A veces puede otorgar privilegios a sus seguidores, pero cuando le hace un favor a alguien suele hacerlo con una segunda intención, habitualmente perversa.
Uno de los incontables apodos de Nyarlathotep es “el de las mil caras”. Esto se debe a que se dice que mil son los diferentes avatares que utiliza.
Gnoph-Keh
El autor definía así a la bestia: “…A la derecha insinuaba el afilado cuerno del Gnoph-keh, el peludo ser mítico del hielo groenlandés, que caminaba a veces sobre dos piernas, otras sobre cuatro y en ocasiones sobre seis”.
Los gnoph-keh son muy territoriales y sus seis piernas -todas ellas adaptadas para moverse por entornos difíciles- les dotan de gran versatilidad: cuando necesitan acelerar caminan empleando todas sus extremidades y se yerguen sobre dos si necesitan combatir. Además, poseen un organo refrigerador cerca de los pulmones que les permite exhalar unas rafagas de viento helado que emplean para desconcertar a sus oponentes.
Los gnoph-keh eran venerados por unos humanoides caníbales conocidos como gnophkehs, que eran seguidores de Ithaqua, consideraban a los gnoph-keh sus mediadores totémicos.
Mi-go
Desde un punto de vista biológico, los mi-go son las criaturas lovecraftianas más extrañas: son un cruce entre animales y hongos; se comunican cambiando el color de su cabeza; su cuerpo es tan altamente degradable que, al cabo de unas horas de su muerte, ya se ha degradado; no es posible fotografiarlos con éxito, pues al tomar una foto de uno no aparece en ella, como si no existiera.
Esto último es lo más intrigante, pero es posible que se deba a que su piel desvíe de algún modo la luz y que esa sea la explicación del fenómeno.
Su autor los describía así: “Eran unos seres rosados de alrededor de un metro y medio de altura. Los cuerpos de crustáceo estaban provistos de algunos pares de aletas o alas membranosas y varios grupos de miembros articulados. En el lugar donde podría encontrarse la cabeza había una especie de elipsoide retorcido, cubierto por gran número de antenitas.”
Los mi-go son famosos por sus avanzadas técnicas quirúrgicas: son capaces de extraer cerebros sin matarlos en el proceso y de conservarlos con vida dentro de cajas craneales mi-go, en las que las mentes extraídas permanecen conscientes en todo momento; en ocasiones incluso se envían estos cerebros a que realicen misiones de reconocimiento, para luego llevar la información a los mi-go. Pero ahí no se queda la cosa. Los mi-go saben introducirse mediante cirugía unos órganos que emulan el funcionamiento de las cuerdas vocales y que les permiten hablar lenguaje humano, aunque con un acento pausado y susurrante.
Wilbur Whateley
El nacimiento de Wilbur Whateley tiene un cierto paralelismo con el de los semidioses de las mitologías antiguas: su madre, Lavinia Whateley, tuvo un encuentro amoroso con el dios Yog-Sothoth en la colina de Dunwich, y de esta unión nacieron él y su hermano gemelo. Sin embargo, a diferencia de los protagonistas de la épica antigua, Wilbur estaba predestinado a ser un villano.
Con menos de un año ya caminaba y hablaba, y a los diez años ya parecía completamente adulto. Sin embargo, una vez llegado a ese punto, su anatomía comienza a degenerar, haciendo que su físico se vaya volviendo monstruoso.
En el momento de su muerte, tenía todo el cuerpo cubierto de vello, poseía tentáculos en el abdomen y la cintura, le habían salido ojos en las caderas y tenía una cola acabada en una estructura similar a una boca. Sobre su olor corporal se dice que hacía que los perros sintieran aversión hacia él.
Hasta ahí, quizás encuentres más en la edición… después de todo la cola maligna del solitario H.P Lovecraft está bien metida en la edición Terrores Nocturnos, pero no es la única.
Wow que interesante las historias de estos personajes, ojalá y siempre sigamos conociendo más de estos relatos.
Trabajando para usted estamos, amo estas historias.
Ojalá sigan sacanto estos productos “mini edición”!
Espero que así sea.
Que genial va hacer esta edición!!!
Bacán ver estas ilustraciones de los mitos, sería genial ver mas de Lovecraft en el futuro!
Increíble como está escrito y detallado este post, gracias admin por
tan buena info.