La literatura épica de comienzos del siglo XVI tuvo un gran señor, que dominaba la escena con su pluma hábil, que tendía a sutiles descripciones de la felicidad mundana, la naturaleza y el amor. Que también escribió sobre la pérdida de la esperanza y de la fe. Su nombre era Ludovico Ariosto.
Bajo la guía de su padre, estudió con distintos preceptores y, por la misma voluntad paterna, emprendió la carrera jurídica, pero aquello no era lo suyo. Lo cierto es que tenía tremenda repulsión por los códigos y las peleas de tribunales.
El itálico comenzó a fascinarse con tres influencias completamente divergentes: la cultura clásica latina, la comedia griega y el cantar de gesta, especialmente el ligado al legado germánico en Europa. Empezó a cultivar la poesía, dedicándose en un primer momento a componer versos en latín.
No es descabellado decir que el Renacimiento italiano, en su cara literaria, llegó a su punto más elevado con su figura. Y aunque a la simple vista, su obra más famosa Orlando Furioso, nos lleva a una temprana edad media, la naturaleza de sus textos es sumamente moderna, especialmente en sus sátiras.
Orlando está furioso
El Orlando Furioso constituye la obra cumbre de Ariosto. Es una continuación del poema épico inacabado Orlando enamorado, del poeta italiano Matteo Maria Boiardo, y trata, en su parte más famosa, del amor del paladín Orlando por Angélica en el marco de las leyendas sobre Carlomagno.
Orlando, es el Roland o Rolando del viejo cantar de gestas y de la llamada Materia de Francia. Un tema evocado con frecuencia por los poetas de la época, aunque no es el protagonista absoluto del poema ya que la obra en si misma es un continuo entrelazarse de historias de distintos personajes que van apareciendo y desapareciendo.
Quizás para poder hacer una mejor lectura académica, la obra se suele dividir en tres argumentos o episodios fundamentales: el primero situado en la guerra entre Carlomagno y los sarracenos, el segundo dedicado a las aventuras amorosas de Ruggero y Bradamante y el tercero destinado al amor y la locura de Orlando por Angélica, sin duda el más lírico.
Pero bajo esta trama épica, fabulosa y legendaria, la obra ofrece una consciente y aguda descripción de la civilización del renacimiento italiano, y todos los motivos poéticos, las aspiraciones literarias, los ideales humanos y las situaciones históricas de esa época se sintetizan en ella.
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Gracias Erik nos gusta que este material sirva también para los profesores.