Un largo pero satisfactorio recorrido

Todavía recuerdo cuando jugaba cartas durante los recreos del colegio, sentado en los pasillos sin tener mucha idea de lo que estaba haciendo. Jugaba con las cartas que tenía, sin una estrategia clara por lo que casi todos mis compañeros me ganaban. ¿Cómo pasé de ser un analfabeto estratégico a crear estrategias y dar consejos técnicos? ¿Cómo llegué a ser parte de Desarrollo de Mitos y Leyendas?

Los inicios

Mi viaje por el mundo de los juegos de estrategia comenzó a temprana edad cuando mi papá me enseñó a jugar ajedrez y me llevó a competir a un campeonato regional. No era de los mejores pero con cada partida (sobre todo las que perdía y quedaba pensando en qué podría haber hecho distinto) se despertó en mí un gusto por la competencia. Sentí inmediatamente la necesidad de superarme y volver a ponerme a prueba para ver hasta dónde podía llegar.

Fue así como después de haber jugado Pokemon y MyL casual, en el 2005 empecé a jugar competitivamente el nuevo juego de Salo, HumanKind. En ese tiempo gracias a HK conocí y aprendí mucho de jugadores de Magic, Yugioh, Mitos y Leyendas entre otros TCG que me enseñaron la teoría de juegos de estrategia. También comencé a jugar Póker con ellos y complementaba mi estudio de los TCGs con artículos de psicología y de probabilidades. Si, lo sé, todo un nerd de los juegos de cartas.

En HumanKind, las posibles estrategias eran muy diversas dependiendo de la carta que elegías para empezar la partida y que determinaba la estrategia de tu mazo (el Santuario). Me encantaba probar Santuarios poco jugados y armar distintas estrategias competitivas con ellos y así gané muchos torneos, locales, regionales, e incluso alcanzando el top en el Nacional que fue mi primer “torneo grande”. Más tarde descubrí que esta faceta “experimental” de estrategias es esencial para explorar los límites de cada juego y así incorporar intuitivamente sus dimensiones, lo que te ayuda mucho a la hora de construir mazos y tomar decisiones de juego.

Luego de que HK no siguiera en el mercado empecé a jugar competitivamente Mitos y Leyendas en el tiempo de Piratas y Corsarios, cuando jugaba en los patios de comida o al lado del kiosco Salo sentado en el suelo, donde se juntaban decenas de jugadores a cambiar cartas o probar sus estrategias. También me dediqué a crear mazos, probar estrategias casuales y competitivas, y así me hice conocido ganando muchos torneos con mazos destructivos como sólo el formato Crónicas te podía permitir.

La madurez

Luego del quiebre de Salo empecé a jugar Yugioh, donde puse en práctica muchas de las cosas que aprendí jugando Póker y logré ganar muchos Regionales y locales, hice top en mi primer Nacional a sólo meses de aprender a jugar, fui semifinalista Nacional años más tarde, para finalmente ganar dos Campeonatos Nacionales en el 2014 y el 2016. Hasta esa fecha, sentía que YGO era un juego en el que podía ganar consistentemente siendo mejor que mis oponentes, porque la cantidad de decisiones por turno y tener que “leer” cartas boca abajo favorecían al jugador más técnico (el que se equivocaba menos) y las probabilidades con mazos de 40 cartas sumado a todos los buscadores sin coste del juego favorecían a los creadores de estrategias ya que les daba mucha consistencia.

Sin embargo, Yugioh  se puso cada vez más azaroso con combos de turno 1 difíciles de romper y que cualquier jugador de nivel medio podía aprenderse, por lo que el factor azar cobró más importancia e incluso ganar se hizo menos divertido, lo que sumado a un pobre Juego Organizado en el que prácticamente se competía sólo por el honor (excepto en el Campeonato Nacional), hizo que dejara de valer la pena. En ese tiempo le dedicaba mucho tiempo a ese juego, leía artículos de estrategia todo el tiempo y pasaba gran parte del día probando o pensando nuevas estrategias, por lo que el esfuerzo era muy grande para la poca recompensa que estaba recibiendo, además tuve malas experiencias con jueces que me perjudicaron intencionalmente.

En el 2016, luego de ganar el Nacional de Yugioh me dieron pasajes y estadía gratis en Colombia para jugar el Continental. Me preparé mucho, dejando incluso en segundo plano los exámenes que tenía en la Universidad para lograr mi meta de llegar al Campeonato Mundial, pero cuando estaba por pasar al top 8 un jugador me hizo trampa y luego de llamar a los jueces para contarles lo sucedido nos descalificaron a los dos por una decisión que hasta el día de hoy nadie logra entender. Siempre luché contra los jugadores tramposos que abundaban en ese juego, pero al entender que además tenía que luchar contra los jueces corruptos fue la última vez que jugué un duelo de Yugioh.

El reencuentro

A fines del 2015 ya había empezado a jugar Mitos y Leyendas nuevamente pero no fue sino hasta el 2016 con Templarios que volví a jugar competitivamente sacando mi cupo al Nacional en un clasificatorio en Santiago y luego haciendo top en Concepción y Los Ángeles para ayudar a amigos a clasificar (con mazos Caballero, Tótem y Dragón respectivamente). Luego en Bushido construí uno de mis mazos favorito con el que gané muchos torneos invicto, el Faerie Combo con Rayo de Luna, Desdén y Pergamino de Agua con el que gané el Nacional de MyL de ese año.

En el 2017 luego del Nacional MyL y aprovechando que habría un Grand Prix de Magic the Gathering en Chile en pocos meses, empecé a jugar competitivamente MTG ganando algunos torneos locales y haciendo día dos en el GP, prácticamente sin saber jugar mucho ni haber testeado nada. Entendí que no necesitaba prepararme mucho, testear o armar estrategias novedosas en ese juego para tener buenos resultados, el juego es bastante simple e intuitivo como para poder aplicar la teoría básica de estrategia, tomar buenas decisiones y con un poco de suerte ganar.

Meses más tarde jugué el Nacional de Magic donde hice 8-4-0, un resultado pésimo para alguien competitivo como yo, pero considerando que nuevamente no había jugado casi nada en meses y no conocía el mazo con el que jugué sino hasta la ronda 1, no me fui tan decepcionado y corroboré mi teoría de que en Magic no siempre gana el mejor sino que hay mucho azar involucrado en las partidas. Digo esto desde la vereda del jugador más malo, el novato, que muchas veces le ganó a jugadores con años de experiencia y de buen nivel simplemente porque la partida se le dio bien, cosas que no pasarían en otros juegos y también perdí contra jugadores que yo sabía que tenían peor nivel, simplemente porque con las cartas que robaba no podía hacer mucho más.

Me pasó muchas veces que al perder revisaba la partida en mi mente buscando errores como siempre hago y llegaba a la conclusión de que las decisiones habían sido correctas a nivel táctico y estratégico, pero las cartas que fuimos robando mi oponente y yo decidieron el resultado. Para mí ese pensamiento es una aberración, es una trampa para la mente y un consuelo para jugadores mediocres, por lo que me costó mucho trabajo asumir que, a veces, simplemente es así.

En Magic no hay consistencia, no hay control sobre lo que se roba, ni buscadores para las piezas clave de tu estrategia, o aceleración de mano o motores de juego eficientes que te permitan amortiguar el efecto del azar. Al cabo de unos meses jugando Magic con relativamente buenos resultados, saqué como conclusión que en ese juego no se gana constantemente por ser mejor, no se puede uno esforzar mucho para un torneo y esperar tener altas probabilidades de ganarlo, sino que más bien se debe estar intentando en varias oportunidades para eventualmente ganar torneos grandes (que es lo que hacen los Pro en ese juego).

Luego de esos meses volví a jugar MyL en la época de Scarbo y fui al nacional 2017 con muy poca preparación ya que esa semana tenía que presentar mi Tesis de grado, pero me gustó sentir nuevamente que el mejor jugador tenía una clara ventaja y con un poco más de preparación podría haber tenido un resultado positivo. Mi próximo torneo después de eso fue un Regional en el tiempo de Hijos del Sol en el que jugué un mazo Ancestral combo que te descartaba toda la mano en el primer turno con Cementerio Impuro y Belial, ganando todas las rondas y concedí en la final. Después de eso no jugué más pero seguí conectado al juego y a la empresa exponiendo mis puntos de vista hasta que entré a trabajar al área de Desarrollo en la temporada de Kemet.

El desenlace

Por fin tenía la oportunidad de mejorar cosas que antes  veía que tenían problemas, poner algo de mi visión del juego en las ediciones y tratar de aportar desde distintos frentes. Ha habido de dulce y agraz en estos meses: Esfuerzo, satisfacción, frustraciones, alegrías, decepciones, orgullo y emoción en más de una oportunidad. Hoy, después de todos estos años, sigo sintiendo esas ansias por mejorar como cuando era un niño en ese campeonato de ajedrez, quiero aprender de los errores, superarme y llegar a lo más alto, ahora desde la vereda del Desarrollo.

Ese soy yo,  amante de los juegos de cartas, disfruto de crear estrategias, de la competencia sana, medirme contra otros jugadores y que el resultado hable por sí solo. Después de todos estos años y muchos TCGs me pregunto:

– ¿En qué otro juego se puede estar constantemente armando mazos novedosos o distintos al meta y que sean realmente competitivos?

– ¿En qué otro juego se tiene el equilibrio entre consistencia y control sobre tu mazo pero sin que se caiga en puras jugadas desequilibrantes de un solo turno?

Esta es la razón por la que preferí Mitos y Leyendas. No fue por nostalgia ni por el menor precio, ni porque casi todos mis amigos jugaran MyL, sino por su jugabilidad que es dinámica y entretenida sin llegar a que se rompa el juego, además de tener una competencia fuerte y justa con los mejores jugadores (o los que más se esfuerzan, que generalmente es lo mismo).

Y a ustedes, ¿Por qué les gusta Mitos y Leyendas?