¿Te has preguntado que se dice del origen de la humanidad, desde los Mitos y Leyendas?
Bueno, a lo largo de la historia, muchas culturas y civilizaciones han intentado dar respuesta a esta gran interrogante. Algunas de ellas, apelan al ámbito científico; y otras, lo hacen desde la visión que ofrece la teología, en sus diversas presentaciones.
En Asia, por ejemplo, se cuentan historias que sitúan a Nu Wa, diosa de la mitología china, como creadora de la humanidad. En Japón, bajo la mirada del sintoísmo, se presentan a Izanami e Izanagi, quienes dieron origen a la isla de Honshu, la principal del archipiélago japonés, así como a la vida a su alrededor.
Desde América, se habla de Quetzalcóatl, quien desciende a los infiernos de Mictlán, para rescatar los huesos que darán forma a la humanidad; y del sacrificio de Nanahuatzin, que permitirá asegurar la continuidad de la vida. Algo similar se ve en Sudamérica, por parte del imperio Inca, donde Viracocha crea a unos seres similares a él en apariencia. Con ello, se acompaña el orden de las tierras conocidas en los llamados “Suyos”, denominación que les acompañaría por toda su historia, en las partes que componían el imperio, de los Hijos del Sol.
En lo que respecta a la historia que se desarrollo entorno al mar mediterráneo, una de las más famosas versiones en términos culturales, es la que habla del Génesis. Desde el vacío infinito que compone el universo, se pronuncio la voz divina, que dio origen a todo.
Como recordarás, pudimos ver una aproximación a esta temática, en un articulo previo, “Genesis – El origen de todo”, donde vimos a grandes rasgos, los personajes que acompañan al mito de la creación. Esta vez, te hablaré en mayor profundidad, mostrándote algunos de los pasajes del Genesis, que tienen relación con la mayor obra divina: la humanidad.
I-. Antes del tiempo de la humanidad.
“En el principio, Dios creo el cielo y la Tierra. La Tierra era un caos, llena de tinieblas que se extendían sobre el abismo. Sobre las aguas, iba y venia el espíritu de Dios.” Genesis 1: 1-2
Los primeros capítulos del Genesis, nos hablan del plano previo a la creación de todo, donde la Tierra estaba en su etapa primordial. Paralelo a esto, se fueron consolidando las bases que daban forma a los planos divinos, como lo es el mismo Empíreo, una suerte de espacio superior a cualquier plano celeste, donde están los ángeles.
Conforme avanzaban los días, la obra divina tomaba forma definida, y la vida se abría camino en la Tierra. Hasta el acontecer del sexto día, previo a la creación de la humanidad, había animales, plantas, y los distintos matices que conforman la naturaleza en su estado virgen.
II-. Creación de la humanidad
“Hagamos a la humanidad a nuestra imagen y semejanza; que tengan dominio sobre los peces del mar, las aves de los cielos, las bestias en toda la tierra, y en todo animal que se arrastre.” Genesis 1: 26
Tomando tierra del mundo que se había creado, se dieron forma a las primeras personas, bajo visión de semejanza al plano divino: Adán y Lilith. Fueron puestos, para que pudiesen vivir a plenitud, dentro del Jardín del Edén, o al menos esa era la idea en un principio.
De su unión, surgirían también las primeras generaciones de demonios, denominación que portarían desde el instante en que Lilith se opuso a Adán. Lilith nunca estuvo de acuerdo con que estuviese en un plano inferior respecto a Adán, pues le replicaba varias veces que ello no debiese ser así, ya que tanto ella como él fueron creados de la misma manera. Ante la intransigencia de Adán, Lilith opto por solicitar la intervención divina, y marcharse del Edén, en dirección a un lugar donde pudiese ser una mujer libre.
Posterior a la partida de Lilith, se prosiguió a la creación de una nueva mujer. Hecha en base a la tierra, y con una de las costillas de Adán, fue creada Eva.
Eran la culminación de la creación, pues en su figura se veía la similitud con la esencia divina. Fueron puestos al oriente del Edén, lugar donde gozaban de una vida llena de gracia, al menos de momento.
Por su parte, Lucifer, el ángel de la Luz, y el más fiel de entre todos a Dios, se cuestiono el que Adán y Eva recibieran esta denominación. Ello motivo el primer alzamiento en contra del plano celeste. El desenlace de esta refriega, se refleja en “La Caída” de Lucifer. Desde luego, el orgullo de este ángel caído, le llevaría a tomar retribución sobre el plano divino más adelante, sobre sus creaciones más queridas.
III-. Los parajes del Edén
“Dios planto un jardín al oriente del Edén, y puso allí a la humanidad que había formado. Crecieron toda clase de arboles hermosos, los cuales daban frutos apetecibles. En el medio del jardín, hizo crecer el árbol de la vida; y el árbol del conocimiento del bien y del mal.” Genesis 2: 8-9
La existencia de Adán y Eva en el jardín del Edén era idílica. Nada les faltaba, y rebosaban de felicidad, entre todas las creaciones y animales que allí existían. Desde luego, tenían limitaciones a ciertas acciones, las cuales fueron enunciadas por mandato divino.
La advertencia fue bien clara: podían comer de cualquier fruto del jardín, a excepción del que daba el árbol del bien y del mal. Si llegasen a comer de él, morirían al instante. Esta orden, fue notada con bastante curiosidad, por una singular serpiente que habitaba en el jardín.
IV-. La Tentación de la Humanidad
“Ahora bien, la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que habían sido creados; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Genesis 3: 1
Un día, mientras Eva paseaba por los parajes cercanos al árbol del bien y del mal, se le acerco la serpiente que allí moraba, poseída por el propio Lucifer. Sabiendo de antemano la precaución que pesaba sobre aquel árbol, intentaba ignorar los comentarios que le daba aquel reptil. Por desgracia, las constantes estratagemas que utilizo la serpiente, acabaron por hacer caer a Eva, en la malévola trampa que le tenia preparada.
La serpiente supo tergiversar las ordenes divinas, argumentando que no morirían al comer del fruto del árbol; más bien que sus mentes se abrirían a tal nivel, que podrían equipararse a la divinidad que les dio vida y forma. La malicia del reptil dio resultado, y puso al alcance de Eva, el fruto del árbol del bien y del mal.
Viendo Eva que el fruto era bueno y apetecible, comió de el, y su mente toco el poder del conocimiento antes que nadie. Ocurrido esto, le dio a probar a Adán del mismo fruto, en quien ocurriría lo mismo. Vanagloriándose de su victoria, la serpiente miraba maliciosamente como su plan le costaba a la humanidad, la ira divina.
Al ser comer de aquel fruto, pudieron también notar que estaban en completa desnudez, cosa que les hizo avergonzarse de ello. Tomando hojas de la higuera, compusieron unas vestimentas rudimentarias, para ocultar su desnudez de su pareja. Esta actitud fue notada por el plano divino, cosa que provoco la ira de Dios.
Argumentando que comieron del fruto prohibido, bajo engaño de la serpiente, Dios se volvió contra el reptil, y le maldijo. Estaría condenada a arrastrarse sobre la tierra, y a alimentarse del polvo, por el resto de los días de su vida.
V-. Destierro del Edén
“Con el sudor de tu rostro, comerás del fruto de la tierra, hasta que vuelvas a ella, por que de ella fueron creados; pues polvo eres, y en polvo te convertirás.” Genesis 3: 19
El mismo arcángel que defendería a la humanidad de Lucifer, seria en una trágica coincidencia, el mismo que la apartaría del Edén. Una pequeña retribución que, a manos de Lucifer, le dejaría a mano con quien le desterró del plano divino.
En el plano celestial, se sabia que era muy peligroso que Eva y Adán estuviesen en el Edén, habiendo comido del fruto prohibido. Con el fin de evitar que comiesen del fruto del árbol de la vida, y consiguieran la inmortalidad, se envió al arcángel Miguel, para desterrarles para siempre.
Para evitar que se acercaran a las inmediaciones que llevaban al Edén, y que pudiesen comer del fruto del árbol de la vida, Miguel dispuso una espada ardiente, que estaría oscilando entorno a los terrenos sagrados. Nadie podría acercarse al Edén, sin que su existencia estuviese en riesgo de ser destruida por esta letal arma.
El castigo fue ejemplar, digno del que seria llamado tiempo después el “Pecado Original”. Al ser arrojados al exterior, Eva y Adán deberían valerse por su propios medios para sobrevivir al hostil nuevo mundo que les esperaba.
Con el tiempo, de la unión y esfuerzo de Adán y Eva, nacería la primera descendencia de la humanidad. A su vez, también darían origen a las primeras civilizaciones de la tierra, pero esa, es otra historia.