Las grandes cosas deben realizarse sin dudar, así las posibles dificultades no serán capaces de detenerte.
Julio César
Hola amigos, hoy comenzaremos una serie de artículos sobre Roma, el comienzo del Imperio y la expansión de sus territorios. Dicho esto, ningún relato romano estaría completo sin hablar del colosal Julio César.
Esta nota es solo una introducción, es que nuestro sujeto cambió el curso de la historia del mundo grecorromano de manera decisiva e irreversible, el nombre de César, como el de Alejandro, todavía está en boca de la gente en todo el mundo cristiano e islámico. Incluso las personas que no saben nada de César como personalidad histórica están familiarizadas con su apellido como un título que significa un gobernante que, en cierto sentido, es excepcionalmente superior o supremo: el significado de Kaiser en alemán, zar en las lenguas eslavas orientales y qayṣar en las naciones islámicas.
Nació en una familia patricia de la gens Julia que aparece por primera vez en los registros históricos a finales del siglo III a. C., durante la segunda guerra púnica.
Su padre, homónimo suyo, fue un senador de rango pretorio que se apartó de la política tras un gobierno provincial en Asia, mientras que su madre fue Aurelia, miembro de los Aurelios Cotas, una destacada familia de la nobleza plebeya. Tener ambas visiones: la del senador y la del plebeyo fue una gran ventaja para el resto de su vida.
Sobrino de Cayo Mario, líder de los populares, que nombró a César flamen dialis, uno de los arcaicos sacerdocios sin poder. Se casó en el 84 a.C. con Cornelia, hija del socio de Mario, Cinna, reafirmándose como radical, cercano a la plebe.
Su altanería era legendaria, incluso de joven desafío al dictador Sila cuando este quiso deshacer el matrimonio del joven, este le contesto: solamente César manda sobre César, y partió a un exilio a Asia, donde tuvo algunas aventuras y aprendió asuntos militares y de estado. No regresó a la ciudad hasta el 78 a.C., tras la dimisión de Sila. Ya contaba veintidós años.
Se unió a Craso y Pompeyo para formar el primer triunvirato; con el fin de fortalecer aún más su relación, Pompeyo se casó con la hija de César, Julia.
Tras su año consular, César recibió poderes proconsulares para gobernar las provincias de la Galia durante cinco años, a estas dos provincias se añadió la Galia Cisalpina tras la muerte inesperada de su gobernador. Eran unas provincias muy buenas para alguien que, como César, y siguiendo la típica mentalidad del procónsul romano, no tenía intenciones de gobernar pacíficamente.
Usó con gran resultado lo que se conoció como celeritas caesaris, o rapidez cesariana, aparte de su genio militar tanto en batallas campales como en asedio de ciudades. Además, supo conjugar sabiamente la fuerza, la diplomacia y el manejo de las rencillas internas de las tribus galas, para separarlas y vencerlas. Ya conoceremos en otra nota a sus enemigos, tanto galos como germánicos.
César y Pompeyo rompieron sus lazos tras la muerte de Julia. Al fallecer Craso, Pompeyo fue nombrado único cónsul. Decidió acabar con el poder de César, incitado por Pompeyo, el Senado pidió a César que renunciara a su mando y disolviera su ejército o sería considerado enemigo público.
Las fuerzas de Pompeyo, muy superiores a las de César, estaban dispersas por todas las provincias y no habían estado en combate, a diferencia de los veteranos que Marco Antonio capitaneaba para César.
Arte Chamán Arte Francisco Guerra
En el año 49 a.C. César cruzó el Rubicón, un pequeño río que separaba su provincia gala cisalpina de Italia y se dirigió hacia el sur. Pompeyo huyó a Brundisium y desde allí a Grecia.
En el periodo de tres meses, César controló toda la península Itálica y sus fuerzas tomaron Hispania y el puerto clave de Massilia en Francia.
En Grecia destruyó las fuerzas de Pompeyo en Farsalia. Este huyó a Egipto, donde fue asesinado por los Ptolomeos, acto que César mismo castigaría. Así, instaló a Cleopatra como reina única del Nilo, teniendo un hijo con ella: Cesarión.
Arte Rodolfo Alarcón Arte Francisco Guerra
Sometió a Asia Menor y regresó a Roma, fue nombrado cónsul por diez años en el año. Además, como sumo sacerdote, fue jefe de la religión del Estado, pero sobre todo tenía el mando de todos los ejércitos.
En las provincias eliminó el corrupto sistema de impuestos, patrocinó el establecimiento de colonias de veteranos y amplió la ciudadanía romana. En la metrópoli reorganizó las asambleas e incrementó el número de senadores.
Cayo Casio y Marco Junio Bruto, conspiraron para llevar a cabo su asesinato, en los idus de marzo, cuando César entró en el Senado, el grupo lo asesinó, desatando una nueva guerra civil.
Arte: Heraldo Ortega Arte: Rodolfo Alarcón
En su testamento estableció la condición de que su sobrino nieto, Octavio, se convirtiera en su sucesor, este fue el primer emperador de Roma con el nombre de Augusto.
Gracias por leer hasta aqui, como regalo por tu interés te dejamos algunas de las cartas que representan la historia de Julio César en la edición Roma – Imperio Inmortal. ¡Nos leemos pronto!
Buenisimo!!