La fuente de la juventud, símbolo de la inmortalidad, es una legendaria fuente que supuestamente cura y devuelve la juventud a quienquiera que beba de sus aguas o se bañe en ellas.
Durante milenios, el sueño de hechiceros, magos y alquimistas ha sido el de encontrar el elixir de la eterna juventud. Y leyendas llegadas de los rincones de la tierra hablan de ríos, fuentes, árboles, frutos y pócimas con poderes para rejuvenecernos.
La existencia de estas aguas curativas, se piensa, pudo haber sido el origen de la leyenda tanto en la India como en la Florida.
Nos encontramos ante un mito atávico intrínseco a todas las culturas humanas. Por tal motivo no debe extrañar que los españoles que llegaron al Nuevo Mundo confundieran el verde exuberante de los trópicos con el jardín del Edén y confundidos sus propios mitos con las historias que les contaban los indios, emprendieran la búsqueda de míticas fuentes de la eterna juventud o de ríos que arrastraban oro y hasta de un árbol de la vida.
Ponce de León fue un explorador, primer gobernante de Puerto Rico y descubridor de la Florida y sin duda el nombre que más se vincula con este mito. Según la leyenda popular, Ponce de León descubrió Florida mientras buscaba la Fuente de la Juventud.
Los españoles oyeron hablar de Bimini de los Arawaks en Hispaniola, Cuba y Puerto Rico. Los isleños del Caribe describieron una tierra mítica de Beimeni o Beniny (de ahí Bimini), una tierra de riqueza y prosperidad, que se fusionó con la leyenda de la fuente.
Aunque las historias de aguas que restauran la vitalidad se conocían en ambos lados del Atlántico mucho antes de Ponce de León, la historia de su búsqueda no se le unió hasta después de su muerte. En su Historia General y Natural de las Indias de 1535, Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés escribió que Ponce de León buscaba las aguas de Bimini.
Un relato similar aparece en la Historia general de las Indias de Francisco López de Gómara de 1551. Luego, en 1575, Hernando de Escalante Fontaneda, un sobreviviente de un naufragio que había vivido con los nativos americanos de Florida durante 17 años, publicó sus memorias en las que ubica las aguas llamadas el río Jordán, que sale del Edén en Florida, y dice que se supone que Ponce de León los buscó allí.
Ponce de León fue herido fatalmente en su segundo viaje a Florida, para morir finalmente en Cuba. Se dice que algunos de sus hombres y adelantas sufrieron efectos negativos de las aguas, o que fueron malditos por haber atacado a los indígenas. Algunos caminaría aún por las selvas, como cadáveres ambulantes.
La verdad es que los españoles y más tarde otros europeos buscaron sin éxito cada “río, arroyo, laguna o estanque” a lo largo de la costa de Florida en busca de la legendaria fuente.
Como parte del spoiler les dejamos estas cartitas para que vayan descubriendo la magia de Explorandum, el 3 de septiembre.
Wuoo que buena lectura e Ilustración ✨
gracias por la lectura, me ayudo mucho en mi tarea <3