América, África y quizás el mundo en general eran invisibles para la Europa continental, eso puede ser verdad, pero hubo expedicionarios que bien sea por cuenta propia o mandato de sus soberanos, partieron a buscar lo imposible.
Esta edición busca a celebrar a todos esos hombres y mujeres que contra todo pronóstico se adentraron en el arcano mismo de la vida, hay muchos más de los tres que nombraré aquí, por supuesto, pero los aquí nombrados deben servir para mostrar a sus hermanos de aventura, e incentivarnos para salir a buscarlos, y quizás crear nuestras propias odiseas. Hoy veremos Los algunos contactos transoceánicos precolombinos existentes entre los indígenas americanos y los habitantes de otros continentes previas al descubrimiento de América de 1492, cuando Cristóbal Colón arribó a la isla de San Salvador.
Leifr Eríksson
Popularmente llamado Leif el Suertudo, fue un explorador vikingo considerado como uno de los primeros europeos que llegó a América del Norte. Su patronímico, Erikson, se puede escribir también como Ericsson, Eiríksson o Ericson, lo delata como hijo de Erik el Rojo.
A Erikson se le atribuye la cristianización de Groenlandia, pero el profesor Jón Jóhannesson demostró que la misión evangelizadora nunca tuvo lugar y que fue un invento de finales del siglo xii, obra del monje Gunnlaugr Leifsson. El argumento es algo intrincado, pero en resumen se orienta a la cantidad de presuntos países que fueron «convertidos» por Olaf Tryggvason en apenas cinco años de reinado.
En 999 visitó Noruega y fue bautizado bajo amparo del rey Olaf Tryggvason, pasando el invierno con él. Un mercader islandés llamado Bjarni Herjólfsson había avistado las costas de Norteamérica, sin explorarlas. Leifr le compró entonces el barco, y siguiendo las descripciones que éste había hecho repitió la travesía.
Junto a 35 hombres bajó a las playas de lo que llamó “Helluland” o “Tierra de la piedra lisa”, hoy Isla de Baffin. Siguió viaje y llegaron a otra tierra baja y cubierta de bosques a la que llamaron “Markland” (Labrador), que quiere decir “tierra de madera”.
Luego descubrieron una isla cerca de la tierra, enfilaron el estrecho que había entre la isla y una península y continuaron hasta un punto de la costa donde desaguaba un río que salía de un lago vecino. Desembarcaron, el lugar era abundante en salmones y pastizales, dieron al país el nombre de “Vinland”, que quiera decir “país del vino” a causa de las muchas viñas salvajes. Su campamento constituiría el primer asentamiento europeo en América, quinientos años antes que Cristóbal Colón.
Zheng He
Fue un almirante y diplomático chino, cuyo nombre original era Cheng Ho, que comandó la mayoría de expediciones de ultramar en la época del emperador Yongle, de la dinastía Ming. Aunque lo visitamos en Dinastía del Dragón, nuestra edición sobre China, es en esta en la que está con sus hermanos espirituales.
La historia más aceptada en occidente nos dice que cuando tenía 11 años, el ejército de la dinastía Ming conquistó a Yunnan, por entonces contralado por los mongoles. Entoces el musulmán padre de nuestro futuro explorador, el viajero Ma Hazhi, murió. Así fue como el chico fue capturado por el ejército Ming, castrado y enviado a la corte. convirtiéndose en esclavo familiar de Zhu Di, príncipe de Yan. En 1399 Zhu Di desencadenó un golpe de Estado conocido como Cambio Jingnan para usurpar el trono de todo el país. Como Zheng He contrajo méritos en el suceso, fue nombrado “Eunuco encargado de los asuntos interiores del Palacio”. Se le consideraba como funcionario de alta categoría con el apellido otorgado “Zheng”.
Zheng He, hizo siete importantes viajes, navegando por los océanos Pacífico e Índico entre 1405 y 1433. Los registros históricos, demuestran que exploró el sur de Asia, India, Australia, el Golfo Pérsico y la costa este de África, utilizando técnicas de navegación y barcos que eran muy adelantados para su época. Estableció rutas frecuentes con lo que hoy es Filipinas, mucho antes de la llegada de Magallanes.
Un grupo de académicos sostiene que Zheng He, viajó mucho más lejos, asegurando que visitó América en 1421, 71 años antes que llegara Colón. Los sucesores del difunto emperador Zhu Di adoptaron una política de aislamiento y eliminaron los registros de esta travesía.
Abu Bkr II
Esta historia fue contada por primera vez por el gran Mansa Musa, gran rey y emperador que conocimos cuando hicimos la edición conocida como Kilimanjaro. Este nos habla de Abu Bakr II, quien fue un gobernante del siglo XIV del Imperio de Malí en África Occidental. Este período de tiempo, es decir, el siglo XIV, fue una época en la que el Imperio de Malí había alcanzado su pináculo, tanta era la riqueza de Mansa Musa que hasta los ricos comerciantes árabes lo consideraban casi un dios.
Bakr fue uno de los dos hijos de Cheikh Anta Diop, una hermana del emperador fundador Sundiata Keita. Desde muy joven se interesó por el mar occidental (Atlántico), se entrevistó con armadores de barcos de Egipto y de ciudades mediterráneas y decidió construir naves en la costa del actual Senegal.
Prácticamente todo lo que se sabe de Abu Bakr II proviene del relato de Chihab al-Umari, Según Musa, Abu Bakr se convenció de que podía encontrar el borde del Océano Atlántico y equipó dos expediciones para encontrarlo.
La primera habría llegado hasta a un gran torbellino que hundió muchos de los barcos y solo uno retornó, después de esto el rey mismo marchó. Su expedición fue bajando por el río Senegal, esta consistía en 4.000 canoas equipadas con remos y velas. Las naves se comunicaban con tambores, y todas las comunicaciones se coordinaban con la nave capitana. Según relatos árabes y norteafricanos abría llegado hasta las costas de Brasil o a la Isla de la Española, según otra versiones, el emperador llegó a costas americanas y se quedó allí.
Envió a marineros de regreso que relataron lo que habían visto, la leyenda habría llegado hasta los navegantes portugueses, pero hacen falta más evidencias para ratificar esta historia.
Les dejamos acá algunos de estos descubrimientos en forma de spoiler
Muy bellas ilustraciones, me faltó el encuentre entre polinesia y américa, que también es muy interesante. Pero en general como profesor estoy muy agradecido de esta edición.
Hay varios libros sobre Zheng He. Descubrí este personaje cuando vivía en Nueva Zelanda, hay varias cosas sorprendentes de esa gran armada que influenció incluso el poblamiento de Japón y los contacto con las fiiipinas. Yo no pude comprar dinastía del dragón, por la pandemia y después se agotó, así que me alegro que esta historia sea rescatada en este contexto.
Soy profesor de historia y estoy haciendo un electivo para media con temas como este, para ir buscando nuestra identidad. Gracias por el esfuerzo. Mari Mari a los autores